Por: Redacción/
Fomentar la cultura de la paz mediante una actitud proactiva es una de las propuestas que el Instituto Politécnico Nacional (IPN) aporta para la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que junto con el gobierno de Guanajuato realizan como ejercicio de integración social para combatir la escalada de violencia.
Así lo explicó Xicoténcatl Martínez Ruíz, coordinador de Sistemas Académicos de la Secretaría Académica del IPN, quien detalló que en esa entidad se organizó una serie de mesas redondas en donde los ámbitos gubernamentales y académicos, así como la oficina de la UNESCO en México, discutieron sobre las acciones que se podrían llevar a cabo, durante el 2017, con motivo del Año de la Innovación en Guanajuato, donde participó la revista Innovación Educativa del IPN.
Alertó que actualmente el costo de la violencia es tan alto en la región Latinoamericana y el Caribe que, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), equivale al 3.55 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional, en un límite superior, en cuanto al costo social, el gasto público y privado para combatir esta situación (con armamento, efectivos policiacos, cárceles, etcétera) y para algunos países es mayor al PIB destinado a educación. El incremento del crimen, desplazamiento de poblaciones y desigualdad social, entre otros trastocan la calidad social y el entorno para la sociedad y los alumnos de cualquier nivel.
“Por eso la importancia de que la ciencia y la investigación que producen las instituciones de educación superior, como el Politécnico, ofrezcan propuestas que permitan generar construcciones sociales y educativos sostenidos por enfoques para la paz”, subrayó el también editor en jefe de la revista Innovación Educativa del IPN.
Indicó que, son específicamente dos las publicaciones politécnicas que han llamado la atención de la oficina de la UNESCO en México porque encajan perfectamente con los objetivos de desarrollo sostenible de su agenda 2030. Una de ellas es el “Programa Constructivo. Su significado y lugar”, en el que se plasman las propuestas de reconstrucción de una sociedad en un entorno de violencia, escritas y puestas en práctica por Mahatma Gandhi.
Esta obra ha sido utilizada para realizar intervenciones de reconstrucción de paz en comunidades que sufren los costos de la violencia como la sierra norte de Puebla, el área wixárika en Jalisco, en Michoacán y en Nuevo León, donde en lugar de responder con más violencia aplicaron el principio de construcción de una cultura de paz y que, en algunos casos, ha permeado sus formas de organización.
El segundo ejemplar es “Poética educativa. Artes, educación para la paz y atención consciente”, escrita por Martínez Ruíz, en donde converge la propuesta de construir la paz a través del arte, las técnicas de atención consciente que llevan al individuo a reflexionar sobre sus reacciones ante un hecho violento y la educación para la paz, elementos que pueden ser aplicados desde los primeros años en el aula hasta los profesionistas.
El funcionario politécnico subrayó que la paz es una construcción muy compleja que busca transformar los entornos violentos en proyectos constructivos para la paz, pero las intervenciones en el tejido social lastimado deben ser más directas y los actores tienen que salir al campo de acción. “Una innovación social concreta es el servicio social comunitario del IPN que incide en los sistemas de salud, siembra y en diversos factores que ayudan a construir las condiciones de una cultura de paz en México”, manifestó.
Aseguró que en la visión del Instituto Politécnico Nacional existe un fuerte compromiso para mejorar la realidad con aportes a corto y a largo plazo, con la intención de que todos aspiren a una vida segura y la gente cuente con lo justo a través de prácticas de innovación responsable, porque será la forma para conducir al país hacia una cultura de paz sostenida y en crecimiento.
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