- Cuando hay cuadros moderados/severos de asma no controlada y el paciente enferma de COVID-19 el proceso inflamatorio puede aumentar y llegar a generar una respuesta inmune muy agresiva.
Por: Redacción/
Aunque las personas asmáticas no son más susceptibles de infectarse con el virus SARS-CoV-2 que individuos sanos, es importante que quienes presentan dicha afección continúen su tratamiento farmacológico para mantener controlada la enfermedad, ya que, de lo contrario, en caso de contagiarse se considera un factor de riesgo a sufrir complicaciones graves, aseguró el alergólogo del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Guillermo Guidos Fogelbach.
El investigador de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH) informó que, cuando se trata de cuadros de asma leve o moderada bajo control, el riesgo de presentar COVID-19 grave es menor que cuando se sufre de asma moderada o severa y la afección no está controlada, “en esos casos sí se considera que la enfermedad puede ser un factor de riesgo para desarrollar complicaciones graves, porque la inflamación bronquial puede exacerbarse”, apuntó.
Detalló que los fármacos antinflamatorios para tratar el asma actúan como modificadores de la respuesta inmune inflamatoria, lo cual puede coadyuvar, junto con factores imnunogenéticos de los pacientes asmáticos, a no desarrollar Covid-19 grave, sin embargo, cuando hay cuadros moderados/severos de asma no controlada y el paciente enferma de COVID-19 el proceso inflamatorio puede aumentar y llegar a generar una respuesta inmune muy agresiva (tormenta de citocinas) que incrementa la inflamación, lo cual puede representar un factor adverso para el organismo.
El especialista consideró que muy importante que los pacientes asmáticos e que ese tipo de pacientes sepan distinguir entre la sintomatología de su afección y la causada por el COVID-19, a fin de evitar confusiones si manifiestan síntomas respiratorios.
“La fiebre, cefalea (dolor de cabeza), malestar general y cuerpo cortado son señal de procesos infecciosos; si una persona asmática presenta falta de aire, tos y/o sibilantes -y más si estos ocurren después de exponerse a irritantes respiratorios (polvo, humo, olores fuertes) o ejercicio físico-, pero no tiene los que caracterizan a un proceso infeccioso, es probable que sólo se trate de un cuadro propio de su enfermedad”, agregó.
Sin embargo, precisó que ante los síntomas persistentes siempre es conveniente la valoración de un profesional de la salud e insistió en que, mientras el médico confirma o descarta un contagio de SARS-CoV-2, es imprescindible mantener la medicación para evitar que se agraven los síntomas, además de aplicar las medidas higiénicas establecidas para reducir los riesgos de contagio.
El integrante de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología explicó que los aeroalergenos son los principales causantes del asma alérgica y el 50 por ciento de quienes la padecen son susceptibles a los pólenes, como el de árboles de fresno, cuya concentración en la atmósfera es muy alta en esta época del año, por lo que hizo un llamado a quienes padecen la afección a seguir las recomendaciones del médico tratante, a fin de prevenir un descontrol de la enfermedad.
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