Por: Oswaldo Rojas
Durante su visita al Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), el Papa Francisco, acompañado del presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, pronunció unas palabras dirigidas a los niños internados en la institución.
“Hay un pedacito en el Evangelio que nos cuenta la vida de Jesús cuando era niño. Era bien pequeñito, como algunos de ustedes. Un día los papás, José y María, lo llevaron al Templo para presentárselo a Dios. Así se encuentran con un anciano llamado Simeón que, cuando lo ve, muy decidido y con mucha alegría y gratitud, lo toma en brazos y comienza a bendecir a Dios. Ver al niño Jesús provocó en él dos cosas: un sentimiento de agradecimiento y las ganas de bendecir”, dijo a los infantes.
El pontífice manifestó que se sentía cercano a esas dos enseñanzas, especialmente una vez que cruzó las puertas del hospital y se encontró con el rostro de los niños.
Durante su visita una joven con cancer le cantó el Ave María, lo que conmovió al representante de la iglesia católica.
Con palabras amables contó a los asistentes una versión corta de la aparición de la Virgen María a Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac y los convidó a pedir lo que “su corazón hoy quiera”.
Al retirarse al igual que por la mañana en Ecatepec pidió a los asistentes que rezaran por él.
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