- Se sancionaría con siete y hasta 13 años de prisión al agresor; en caso de tener parentesco, vínculo aboral o afectivo, la pena se duplicaría, propone Kenia López.
Por: Redacción/
La senadora Kenia López Rabadán presentó una iniciativa con proyecto de decreto para castigar con siete y hasta 13 años de prisión a quien, de forma directa o por medio de otra persona, ataque con dolo a una mujer, utilizando ácido, sustancias corrosivas o inflamables que provoquen una lesión, daño o enfermedad incurable.
La sanción también aplicaría en caso de pérdida de alguna extremidad u órgano, si el ataque perjudica funciones de órganos o provoca discapacidad o deformidad incorregible en la piel, o si existe o existió una relación de parentesco, vínculo sentimental, afectivo, laboral o de confianza entre el agresor y la víctima, la pena sería duplicada, señaló la legisladora del Grupo Parlamentario del PAN.
La adición del artículo 297 bis al código penal, busca tipificar de manera precisa los ataques con ácido contra las mujeres, toda vez que el estado está obligado a crear normas y políticas de protección a quienes han sufrido violencia con ácido o sustancias químicas, detalló la senadora.
Las víctimas que han sobrevivido, dijo, han relatado que deben enfrentar la afectación económica derivada de sus tratamientos médicos, los traumas psicológicos, el estigma social, y las devastadoras repercusiones físicas temporales o permanentes.
Agregó que, con frecuencia las mujeres violentadas de esta forma no informan la verdadera causa de las quemaduras o lesiones por vergüenza o miedo, lo que dificulta el cuantificar y revisar la magnitud del problema; sin embargo, dichos actos reflejan la desigualdad que viven las féminas en la sociedad.
La senadora López Rabadán refirió que el caso más reciente y conocido es el de una saxofonista oaxaqueña, que en septiembre de 2019, fue atacada por un hombre que se presume fue enviado por su expareja, mismo que la había amenazado con anterioridad.
El atentado le provocó la pérdida de un ojo, la movilidad de la mitad de la cara, someterse a injertos de piel que no han sido efectivos, y los médicos le han pronosticado un tratamiento que durara años para lograr su recuperación, comentó.
La legisladora panista señaló que, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), estos ataques poseen una carga simbólica por parte del victimario, ya que pretenden dejar una marca de por vida, un rostro desfigurado y un recuerdo de su crimen, de celos, odio y control en el cuerpo de la víctima.
La iniciativa con proyecto de decreto, fue turnada de manera directa a las Comisiones Unidas de Justicia; y de Estudios Legislativos, Primera; de la Cámara de Senadores.
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