Por: Miriam Ibarra, Aldo Herrera, Valentina López y Rogelio Badillo
Los representantes jurídicos y padres de los 43 normalistas desaparecidos, afirmaron después del encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto: “aunque el gobierno sea indiferente con nosotros seguimos en pie de lucha. Ya sabíamos cómo nos iba a responder el gobierno. El gobierno tiene que aceptar sus fallas. Solo nos confunde con su hablar político. Tienen que decidir están con la ciudadanía o están con la delincuencia”.
Durante la conferencia realizada en el Zócalo de la Ciudad de México, los padres presentaron 8 puntos para dialogar y pedir apoyo al presidente Peña Nieto, entre los que pidieron el replanteamiento de las investigaciones, cese a la criminalización de los normalistas de Ayotzinapa, y mantuvieron su exigencia de un mecanismo de comunicación permanente digna con los representantes gubernamentales.
Vidulfo Rosales, representante legal de las víctimas informó que de los 8 puntos presentados, el mandatario no se comprometió a cumplir ninguno de ellos. “Enrique Peña Nieto solo informó compromisos que no son nuevos. Todo lo que nos dijo eran acuerdos establecidos previamente”
Y señaló que los padres de familia de los normalistas desaparecidos rechazaron la creación de una fiscalía especializada en desaparición de personas: “consideramos que ese proceso camina por separado con todas las víctimas de desaparecidos de este país, y se tiene que construir una fiscalía al tenor y resultado de la ley general de desaparecidos que se está discutiendo”.
Rosales, dijo que en el caso de Ayotzinapa, es necesario crear una unidad especializada que investigue en dos instancias: 1) La búsqueda de los estudiantes desaparecidos y deslindar responsabilidades, 2) Fincar responsabilidades a los funcionarios que hicieron las investigaciones de manera irregular. Consideró, que este fue el planteamiento central de la reunión.
Mario César González, uno de los padres de los estudiantes desaparecidos, dijo que era solo un requisito ver al Presidente ya que ellos sabían que no les iba a dar ninguna solución favorable.
“Así como ninguna autoridad ha querido apoyarlos. Creímos que la procuradora, por ser mujer, iba a tener más sensibilidad con las madres de familia. Pero no, hay mujeres, como ella, sin corazón”.
María de Jesús Tlatempa Bello, afirmó: “en verdad para nosotros es muy triste hablar del gobierno, es muy triste decir que hoy es una indignación, es coraje de nosotros como madres y padres de familia, y desde aquí le decimos que no nos vamos a dejar, no nos vamos a cansar, vamos a seguir dando guerra, vamos a ser su piedra en el zapato, porque nosotros no nos podemos ir a casa sin saber dónde están nuestros hijos”.
La madre de José Eduardo Bartolo Tlatempa, aseguró que los normalistas fueron detenidos y desaparecidos por los tres niveles de gobierno y que los padres de familia creen que aún los tiene retenidos el Ejército, por eso exigió que se permita entrevistar y visitar la 27 zona militar.
Por su parte, al tomar la palabra, la madre de Benjamín Ascencio Bautista, hizo un llamado a que el próximo 26 de septiembre, la sociedad pierda el miedo, es el momento de levantar la voz por los 43 desaparecidos pero también por los miles de desaparecidos en todo el país.
Marisa Mendoza, exigió justicia para Julio César Mondragón, normalista que fue desollado, y aseguró que se debe vengar la muerte de su esposo.
Carlos Martínez, representante de los estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos, agradeció, en nombre de los familiares y normalistas, a las diversas organizaciones no gubernamentales y a los sindicatos por solidarizarse con el movimiento.
Aseguró que después de casi un año de iniciar sus manifestaciones, el movimiento y la lucha sigue firme, pero que apesar de que el movimiento se reinvindicó como pacífico, es necesario aclarar que ha sido reprimido,y que sus compañeros han sido hostigados.
Finalmente, concluyeron que es preocupante saber que existen órdenes de aprehensión contra estudiantes y padres de familia, pero a casi un año, el movimiento sigue firme, y que la exigencia no ha cambiado: la presentación con vida de los normalistas desaparecidos.
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