- El problema se agudiza ya que la reactivación económica en los estados no la decide el gobierno federal, sino que dependen de las condiciones y de la pandemia para el regreso a las nuevas “normalidades”.
Por: Israel Mendoza Pérez/
Con más de 40 mil muertes por Covid-19 y una contracción económica de 9.6% del Producto Interno Bruto (PIB), a la vista, de acuerdo con la encuesta más reciente de Citibanamex obliga a las autoridades financieras del país a entrar al debate del uso de “cubrebocas” como principal auxiliar para enfrentar la pandemia y reactivar la economía.
El poder económico y financiero que representa el secretario de Hacienda debe ser tomado en cuenta como guía ante la pandemia. Las medidas deben ser compartidas pues la crisis de salud tiene a punto de la asfixia el tema económico.
Dentro del gobierno de la cuatroté, el uso del cubrebocas se convirtió en una latente discusión ya que por el lado del campo técnico de la salud, el subsecretario Hugo López-Gatell se convirtió en el vocero de un debate de ida y vuelta respecto al uso del cubrebocas. En sus primeras declaraciones al inicio de la pandemia “el uso de cubrebocas tiene una pobre utilidad o una nula utilidad”.
Sin embargo, ahora la voz de la economía pone el enfásis. De acuerdo con el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, el cubrebocas será un elemento indispensable que permitirá que la economía se relance con un mayor éxito después de la crisis generada por la pandemia.
La crisis de salud y económica se hermanaron. Una encuesta de Demotecnia presentada en mayo señala que 45% de los encuestados consideró que la pandemia afectó su economía familiar. En tanto que a 25% de los consultados le genera miedo el regreso a las actividades cotidianas tras la crisis de esta pandemia.
El problema se agudiza ya que la reactivación económica en los estados no la decide el gobierno federal, sino que dependen de las condiciones y de la pandemia para el regreso a las nuevas “normalidades” que se abren en cada estado. La manera de apertura gradual de la economía se convierte en una tensión por los mensajes de optimismo desde Palacio Nacional mientras que la realidad del número de contagios evita que se pase de manera más pronta al color naranja y se aleja el verde.
El golpe económico desde el inicio se debe a que se apostó al “quédate en casa” y no a un plan integral de uso obligatorio del cubrebocas y caretas para la reducción de contagios y esa fue una de las decisiones costosas para la imagen y credibilidad de López-Gatell.
Incluso, ahora, parece necesario retomar una propuesta mixta para la recuperación económica, donde estén los expertos económicos con conocimiento de las condiciones particulares aporten su conocimiento y la parte del gobierno mantener activa la planta productiva.
El mensaje de Arturo Herrera ante industriales es contundente: “Lo que tenemos que hacer es parte de lo que están haciendo ahí y me da mucho gusto, es decir, puede haber actividades, puede haber reuniones, hay que cuidar la condición física, hay que tener una careta, hay que tener una mascarilla”.
Su discurso va a contracorriente a lo que ha mostrado la cuatroté. La economía exige apertura pero moderada y protegida. La urgencia de reactivar producción del país ya inició y el poder económico exige ser atendido.
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