Por: Moctezuma Reco / Analista 

Vamos a refrescar un poco la memoria, para intentar dimensionar, porque entender lo que está sucediendo y al protagonista de este espacio será muy complicado de hacer, principalmente porque para nuestra fortuna, tanto su servidor como mis estimados lectores muy seguramente nos encontremos en un espacio climatizado o por lo menos bajo un techo, tomando un sorbo de café o de alguna bebida y con muchas deudas, preocupaciones y pendientes, pero de alguna forma tranquilos.

Ahora bien, entremos en materia, y es en diciembre 6 de 1998 que inicia esta historia, cuando una nación desilusionada de los partidos tradicionales elegía a Hugo Chávez Frías como presidente en elecciones libres, por el partido Movimiento Quinta República. Un año y días más tarde, el 15 de diciembre de 1999, se aprueba una nueva constitución que sustituye a la de 1961 (no se espanten todavía, también me di cuenta de que había varias similitudes, sigan tomando su café), meses antes de esa efeméride, en octubre de ese año, es cuando llega al mundo nuestro protagonista, de quien hablaremos más tarde.

En 2001 el Comandante Chávez redistribuye las tierras, el poder político y económico empieza a concentrarse en el estado, en 2002, luego de marchas, violencia, muertes y protestas, el Alto Mando Militar anuncia que Chávez renuncia a la presidencia, solo para presenciar un fracaso de un golpe de estado, Chávez vuelve al poder tras 3 días de esperanza del pueblo venezolano.

Y así fueron sucediendo desaguisados, como el de diciembre del 2006 cuando Chávez ganó por tercera ocasión las elecciones presidenciales con un 63% de los votos y con una popularidad arriba del 55% (les suena familiar, verdad), y en 2008 los aliados de Chávez retienen el control de 17 de 22 gobernaciones (ya parece tortura psicológica pero les aseguro que no lo es, solo es historia), hasta que en 2012 el cáncer hace lo que la oposición no pudo, pero no sin antes dejar a su Pigmalión Nicolás Maduro, e insta al pueblo bueno y sabio a votar por él.

Es en abril del 2013 cuando Nicolás Maduro entra a la presidencia, ganando por un margen estrecho y entre reclamos y pelea de la oposición, un año después se anuncia austeridad y reducciones en el gasto público, y el crudo llega a su nivel más bajo en cuatro años. En ese ínter diversos líderes opositores acusados de ocasionar apagones y sabotajes se entregaron a la justicia y fueron, acusados de conspiración.

Y es hasta 2015 (desde 1999) que la coalición opositora logra las dos terceras partes de la Asamblea Nacional, poniendo fin a 16 años de control del Partido Socialista sobre el parlamento.

2016 con la devaluación que toma como media Maduro para combatir la crisis económica, los padres de Anderson, quien nació un 25 de octubre de 1999, tuvieron que cerrar un lucrativo negocio de publicidad de espectaculares y serigrafía (Avisos y playeras le refiere él), con más de 3 sucursales en Caracas y Barinas (oeste medio de Venezuela).

A partir de ese año, se incrementaron las protestas, las marchas, la violencia, la discreta participación de Estados Unidos y la OEA, quienes desde junio del 2017 en Cancún (digo, si vas a planear una ayuda que sea en un lugar bonito y cómodo ¿no?), se están poniendo de acuerdo para una resolución sobre el caso de Venezuela, por cierto el miércoles 31 de julio realizarán otra 7 años después y tras unas elecciones de dudosa procedencia, cuyo conteo oficial arroja mucho más del 100% sumando los votos computados en porcentaje.

Y aquí es donde entra Anderson, un joven venezolano estudiante del séptimo semestre de Medicina quien ansía graduarse como Médico General y Médico Cirujano, que ha tenido que vender postres y gelatinas, ir y venir a Colombia para sobrevivir, cuyos padres tuvieron que emigrar para poder encontrar sustento y quien nos narró el domingo 28 las elecciones de su país desde un punto de vista real y no como nos lo pintan los medios donde el personaje central no deja de ser el hermano perdido de Javier Alatorre.

Todo inicia con el mensaje: “Tumbaron la cerca de una escuela, para votar, porque no los querían dejar, los chavistas no dejan votar y los opositores se arrecharon (indignaron) a la fuerza, acá en Barinas llegaron como 50 guardias para escoltar y sacar a los que no dejaban votar, esperemos que Edmundo (el candidato opositor), realmente gane, todos acá dicen que votaron por el profesor”

Después de una serie de videos donde se muestra explícitamente como tumban la cerca del Centro de Educación Infantil, Prados del Sol, continúa uno de venezolanos navegando por el lago de Maracaibo, supuestamente para evadir el bloqueo de la frontera y poder votar.

¿Tu ya votaste?, pregunté con cierta ansiedad, – Fui a la una de la mañana a hacer cola para votar, era como el 60, en todos los centros de votación durmió gente haciendo cola, todos opositores, o sea, votan por Edmundo- contesta por audio un ansioso Anderson agregando “Todo el mundo sabe que pierde hoy Maduro, pero la vaina (cuestión/cosa) es que harán trampa, o que si pierda pero salga a dar golpe de estado, bastando dijo que lo haría Nawebonada (es como decir pa la madre), veo tik tok porque es de los pocos medios donde salen noticias de Venezuela, los noticieros acá están censurados”.

Como buen amigo, las recomendaciones no salgas de tu casa, ¿tienes comida?, ¿estás bien?, fueron obligatorias, las cuales fueron interrumpidas por otro video, son 6 guardias disparando al aire y civiles enfrentándoles, diciendo que también están armados, que los dejen votar, después llega otra persona gritando ya están corriendo a los guardias y empiezan a apedrear a quienes hacía unos segundos disparaban y en ese momento huían al paso veloz.

“Todos los guardias son militares, nadie los quiere acá, son unos mamagüevos (como decir pendejo en México), bueno ya te he contado de eso, pero mira que el chavismo está impidiendo a la oposición acceder a la sala de totalización del Consejo Nacional Electoral” repara Anderson en un video en el que se le percibe por demás agitado.

Con mucha alegría alrededor de las 6 de la tarde reenvía un mensaje en el que todas las demarcaciones mostraban a Edmundo González con una superioridad del 1000% en cada urna sobre Maduro, y otra donde acusaban a Colombia de mandar armas, y varios mensajes sobre el inicio de muertes de personas en Tachira, Barinitas y el remate con la frase “en todos lados pierde Maduro, la vaina es que entregue el gobierno, la situación se va a poner fea, vamos a salir a la calle a quemar todo”

No salgas a la calle por ningún motivo, reparé, “Weon, tu crees que he soportado tanto para no salir a quemar todo si nos hacen fraude, Dios, solo quiero graduarme para irme pal coño de aquí, ya dieron resultados 51.1% contra el 44.3% del candidato opositor, pero no dieron números por estados, nunca se había dado así, se sacaron el número del culo, es todo, que se queden con esta mierda, todos los contactos que tengo ya se van, de mi salón 24 emigran con toda su familia hoy”.

“Yo no tuve esperanzas desde el comienzo, pero con lo que fue pasando el 28, fui teniendo más esperanza y más que en los centros de elección por primera vez dieron las encuestas donde se le ganaba hasta más del triple en votos mientras que Maduro hacía 100, Edmundo hacía 1,200…todos sabíamos que eso no importa, solo importaba si Maduro y su régimen aceptaban el resultado, cosa que no pasó”

“Yo salí a las calles, quería quemarlo todo, pero no había nadie, ni guardias, ni personas, fue la noche más silenciosa que haya vivido aquí, gritaba y nadie me escuchaba, era como un loco en el desierto”

 Disfrutemos lo que tenemos mientras dure, ahí se los dejo de tarea.