- Durante los dos años en los que estuvo al frente de Bansefi, Rabindranath Salazar Solorio, después Banco del Bienestar mantuvo una posición poco austera ante el sindicato ya que éste siempre mantuvo una actitud voraz.
Por: Israel Mendoza Pérez/
La banca de desarrollo en el país se acomodó en la cuatroté gracias a las abyecciones de dirigentes sindicales como Armando Vera López, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros. Sus manías políticas y la debilidad del exdirector Rabindranath Salazar Solorio, ahora subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, dejaron al ahora Banco del Bienestar como la caja chica de los programas sociales.
Durante los dos años en los que estuvo al frente de Bansefi, Rabindranath Salazar Solorio, después Banco del Bienestar mantuvo una posición poco austera ante el sindicato ya que éste siempre mantuvo una actitud voraz. Los opositores de Vera López lo describen como un personaje que disfraza la tolerancia con amenazas veladas. Y con la mano en la sartén asegura que él tiene el control operativo de la institución. Así se mueve y con eso negocia.
Para darle paso al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador de invertir 10 mil millones de pesos entre 2020 y 2021 para construir unas 100 sucursales del Banco de Bienestar al mes hasta llegar a las 2 mil 700 unidades para el final del sexenio tener 7 mil sucursales, se llegó a través de apretadas negociaciones con el sindicato ya que Vera López quiere más control y más dinero y menos responsabilidades.
Lo que el dirigente sindical ofreció a Salazar Solorio y ahora a la directora Diana Álvarez Maury es control del personal y permitir que el proyecto de banca social de la cuatroté se desarrolle mientras sus intereses económicos no se toquen. A final de cuentas su proyecto político se adapta a lo que cada sexenio le dé.
El Sindicato Nacional de Trabajadores del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros y su gremio no comulgan con la austeridad ni se solidarizan con la situación precaria del país. Por ejemplo en el oficio número 01.009.19 Armando Vera López pidió un incremento salarial del 10% a todos los trabajadores operativos partir del 1 de enero de 2019. Justificó que la solicitud es en consecuencia al incremento del 16.2 por ciento aplicado al salario mínimo general otorgado a partir del actual año por lo cual, le solicitamos se haga retroactivo. No es ilegal su petición pero sí es moralmente mal vista en tiempos de austeridad.
Y es consecuente. Hasta el momento, el Banco del Bienestar opera con normalidad, pues para Vera López el cambio de nombre y la identidad a Banco del Bienestar es lo cosmético. El fondo es que se mantengan los privilegios ganados. Por ello es que sus aliados integrados en la Federación Nacional de Sindicatos Bancarios, encabezada por José Carlos Torres García mantienen una vigilancia para apoyar cualquier amago que sea necesario.
En otro oficio número 01.022.19 el sindicato pidió a Salazar Solorio su intervención ante el Comité de sueldos y prestaciones, y el Consejo Directivo, a efecto autorice 12 mil 500 pesos en vales de despensa de fin de año a cada uno de los trabajadores operativos de la institución. Incluso en enero de este año se solicitó un incremento salarial del 10 por ciento a todos los trabajadores operativos a partir de enero de 2020. La solicitud en consecuencia al incremento del 20 por ciento aplicado al salario mínimo general otorgado a partir del año actual.
Sólo con dinero se mueven las añosas estructuras corporativas. Eso lo aprendió la cuatroté con el sindicato que se volvió necesario para el proyecto de dispersión de recursos.
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