Por: Moctezuma Reco / Analista

“Detesto lo que dices y defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”, palabras más, palabras menos, era definición de libertad de expresión de Voltaire, libertad, esa facultad del ser humano para obrar a placer, siempre bajo la responsabilidad de sus actos.

George Orwell bien podría haber sido considerado como un pitoniso, un viajero en el tiempo o simplemente alguien extremadamente sagaz con una visión increíble del comportamiento humano y una capacidad cuasi sobrenatural para predecir eventos, cosa que desearía cualquier analista de cualquier área.

Rebelión en la Granja, una fábula que usa animales como protagonistas, es ampliamente estudiada como una crítica política (para mi como una advertencia), sobre los riesgos del autoritarismo y la corrupción del poder. Ofrece lecciones invaluables tanto para comprender la historia del siglo XX como para reflexionar sobre la política contemporánea y los movimientos sociales, y justo eso es lo que pretendemos hacer con su ayuda, amable lector.

Todo este ejercicio del día de hoy será realizado desde el punto de vista político y académico y las reflexiones del día solo representan la poca experiencia del autor, no necesariamente la de este medio que amablemente ofrece un valioso espacio al más puro estilo de Francois – Marie Arouet, alias Voltaire.

Una de las primeras lecciones, que considero de las más valiosas es la Corrupción del poder; dónde narra como aquellos que de inicio luchan por la igualdad y la justicia pueden llegar a ser corrompidos por el poder una vez que lo obtienen (en algún momento platicábamos sobre el efecto lucifer). En el libro, los cerdos representan la clase dirigente, empiezan a comportarse de manera opresiva y privilegiada, traicionando los principios por los que lucharon originalmente. Para nuestra buena fortuna aquí la corrupción concluyó el 1 de diciembre del 2018 y todos nuestros funcionarios transformadores se han mantenido estoicos en sus labores sin más limitaciones que el servicio público sin ambiciones personales de ostentar algún cargo que los mantenga por más tiempo en el poder.

La manipulación de la verdad es como Orwell nos muestra la manera en que los líderes pueden manejar la verdad y distorsionar la historia para mantener su dominio. Los cerdos cambian constantemente los mandamientos de la granja en el libro para justificar sus acciones, eso refleja la manipulación de la información en regímenes totalitarios y autocráticos. Que sería de nosotros sin los miércoles que nos ilustran de la veracidad y del show cómico, mágico, musical de lunes a lunes de 07:00 hasta que cante la gorda donde somos impregnados de otros datos que sí son veraces, por cierto ¿cuánto ganará Loret?

La novela subraya la necesidad de educación y conciencia crítica entre la población para evitar ser engañados por líderes corruptos. Los animales en la granja son manipulados en gran parte debido a su ignorancia y falta de capacidad para cuestionar las narrativas oficiales. En este caso, “yo tengo otros datos”.

Orwell también sugiere que las revoluciones a menudo conducen a un ciclo perpetuo de opresión y resistencia. La rebelión inicial contra el régimen humano se convierte en una nueva forma de operación bajo el liderazgo porcino, y de ésta forma muestra cómo los ideales revolucionarios pueden ser traicionados y pervertidos. ¡Dichosos nosotros!, que tenemos a salvo de corrupción, malas prácticas y contratos borrascosos a nuestra transformación de las conciencias.

A través de esa analogía o alegoría a una granja, Orwell critica fuertemente los regímenes totalitarios y autocráticos que dominaron el siglo XX (¿dominaron?). la obra destaca como la promesa de igualdad y justicia puede ser explotada para consolidar el poder en manos de unos pocos. No me vengan con que la ley es la ley, por favor, aquí, lo que diga mi dedito.

Es por demás desear despertar en el visitante por accidente, compromiso, amistad o curiosidad a este espacio, lecturas de cualquier tipo, aunque espero que con esta breve pero jocosa reseña, sientan la impertinente necesidad de darle un repaso a un libro que sufrió innumerables vicisitudes para ser publicado y el día de hoy, es referente en la enseñanza del análisis político estratégico y una que otra materia a diferentes niveles académicos.

Esta columna fue inspirada por la carta que se publica el 20 de julio y que hace llegar un personaje protagonista de la mayoría de mis análisis a los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Cualquier similitud o semejanza con la realidad, es mera coincidencia. Ahí se los dejo de tarea.