Ese asunto no es algo nuevo: ocurre desde hace décadas y “está presente entre nosotros, ya que todos conocemos a alguien que emigró, a un familiar que vive del otro lado o al menos sabemos historias sobre ello, incluso debemos ser conscientes de que la Ciudad de México se constituyó por procesos migratorios permanentes”.
No obstante, ahora se ha vuelto un foco de atención para los académicos de México debido a las claras reglas establecidas desde Washington para expulsar a connacionales y evitar relaciones cercanas con el país bajo supuestas justificaciones económicas y de seguridad vinculadas con el narcotráfico.
Migración 2.0, un proyecto de tipo colaborativo convocado desde las redes sociales por el maestro Mata Rosas, profundiza de manera gráfica en la problemática.
La obra, que será presentada y distribuida de manera gratuita en el Salón de los Vitrales de la Casa del Tiempo el jueves 7 de diciembre, a las 17:00 horas, aporta mayores elementos a la actual discusión nacional e internacional acerca de la decisión polémica del mandatario estadounidense para imponer barreras entre ambas naciones.
Más allá de un ejercicio antropológico, la riqueza del material permite explorar el fenómeno reflexivamente a partir de distintos puntos de vista y gracias a la conexión que admiten las nuevas tecnologías.
Con base en las sinergias de varios ciudadanos Migración 2.0 hace un recorrido mucho más profundo que va más allá de las escenas representadas de los migrantes intentando cruzar el muro fronterizo. Esta vez “nos ocupó una mirada proveniente de la vida cotidiana, una más cercana”, subrayó.
Imágenes más de la atmófera, evocadoras o metafóricas de este tema dan cuenta de la hibridación cultural y mezclas de quienes van en busca de una mejor oportunidad laboral o económica. Son personas que viajan con su cultura, concepción del mundo, creencias, fiestas y costumbres, las cuales adquieren una faceta distinta al interior de Estados Unidos, por lo que “es muy interesante apreciar cómo son los festejos de XV años, la estética de muchos paisanos y su vestimenta”.
La publicación aporta al tópico desde la fotografía, pero al mismo tiempo mantiene fines académicos, ya que “no tiene una narrativa lineal, ni una estructura cronológica o geográfica, por lo que queda abierto a posibles lecturas e interpretaciones”.
Además se incluyen textos –que no son explicaciones de las fotografías, sino “reflexiones que se unen a todo ese conjunto y que ayudan al lector a pensar e interpretar estos procesos”– y los cuales fueron escritos por los doctores Rodolfo Suárez Molnar, rector de la Unidad Cuajimalpa de la UAM; Alejandra Osorio Olave, académica del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa; Antonio Zirión Pérez, investigador del Departamento de Antropología de la Unidad Iztapalapa y el propio Mata Rosas.
Integrado por 120 instantáneas de 50 fotógrafos que fueron seleccionadas de entre 3,000 enviadas por los usuarios, la iniciativa se encuentra apegada al proyecto emprendido por el Coordinador General de Difusión de la UAM en la frontera norte del país, La Línea, llevándolo a recorrer desde Matamoros hasta Tijuana con la finalidad de estudiar las divisiones sociales de toda esa región.
Significa en muchos sentidos, emocional y conceptualmente, una nueva etapa, ya que se suman otras miradas. “De algún modo todas ellas se integran a lo que he venido haciendo en los últimos años, forman parte de mi proceso de investigación. Creo que no son proyectos aislados, pero tampoco me parece que sea una cuestión de un autor que inspira y desarrolla algo”, comentó.
Es el cuarto trabajo que Mata Rosas realiza a partir de una convocatoria masiva. El primero fue Adiós TV (2015) sobre el final de la era analógica de ese dispositivo; le siguió 43 (2017) en memoria de los jóvenes normalistas de Ayotzinapa y sus consecuentes movilizaciones de protesta; luego 19S Ciudad solidaria (2017) en el cual recupera las acciones ciudadanas de rescate y acopio tras el terremoto sucedido en la Ciudad de México.
“Una vez más una universidad pública como la UAM y, en particular la Unidad Cuajimalpa, sigue promoviendo y apoyando proyectos novedosos que en el proceso de edición y puesta en páginas resulta en trabajos colectivos muy interesantes, los cuales al final adquieren una forma editorial”, concluyó el fotógrafo
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