Por: Redacción/
Al repicar, su característico sonido alerta; pero en Escobedo, Montemorelos, Nuevo León, se quedaron sin sus campanas cuando fueron robadas, junto con otros artilugios que datan del siglo XVIII, de la Capilla de la Inmaculada Concepción. Días después fueron recuperados pero en fragmentos, dañados, irreconocibles.
Investigadores de la UNAM y restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia se dieron a la tarea de reparar las dos campanas y reprodujeron otro par con tecnología avanzada, lo que les valió el Premio “Paul Coremans”, en la categoría de Trabajo de Conservación de Bienes Muebles de los Premios INAH 2017.
El “Proyecto de restauración de dos campanas de Escobedo, Montemorelos, Nuevo León” (liderado por Jannen Contreras Vargas, del INAH), se desarrolló a raíz del robo y destrucción de bienes culturales, a los que se le dio atención integral para su recuperación.
Se trata del primer proyecto conjunto especializado entre el INAH y la UNAM, a través del Departamento de Ingeniería Química Metalúrgica de la Facultad de Química (FQ), y del Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva, digitalización 3D y tomografía Computarizada (MADiT), y el Grupo de Acústica y Vibraciones, ambos del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de esta casa de estudios.
El objetivo fue devolver a la comunidad de Escobedo sus dos campanas, que fueron robadas, destruidas y vendidas parcialmente para “el kilo”. Se perdió entre un 40 y 60 por ciento de cada una de ellas; ante esto, solicitamos ayuda a la UNAM, relató Jannen Contreras.
El principal reto, añadió Leopoldo Ruiz, del MADiT de la UNAM, fue identificar la geometría, que sirvió como patrón para hacer la reconstrucción.
La fragmentación y mutilación afectaba la unidad de las campanas e imposibilitaba darles utilidad como objetos sonoros, e incluso como objetos museables, por lo que se planteó un proyecto con dos líneas de acción: por un lado, un sistema de integración de los fragmentos y reposición de faltantes para recuperar la forma que habían tenido, y por otro, la elaboración de reproducciones para restituir su función sonora y social.
El registro digital 3D fue la base para lograr un modelo virtual de las obras completas y, por lo tanto, de los faltantes. Las operaciones del registro, modelado de dimensiones y formas fueron realizadas por especialistas en diseño y metrología del MADiT (perteneciente al Departamento de Micromecánica y Mecatrónica del CCADET), encabezados por Leopoldo Ruiz y Alberto Caballero.
La reconstrucción digital de las campanas permitió un mejor registro y facilitó el análisis formal, tipológico y documentación precisa de dimensiones de cada fragmento, y logró generar el modelo de armado para cada campana con sus respectivos faltantes.
Una de las partes importantes fue el impacto social al entregar las campanas restauradas (exhibidas al interior de la capilla) y un par de reproducciones (colgadas y sonoras), comentó Alberto Caballero.
“Llevar una pequeña satisfacción a gente de bajos recursos fue muy gratificante, y a nivel científico y técnico demuestra la integración de varios grupos y de muy diversas áreas e instituciones”, dijo.
El equipo de la UNAM estuvo conformado por Leopoldo Ruiz Huerta, Alberto Caballero Ruiz, Homero Alberto Castro Espinosa y Rodrigo Córdova, del MADiT; por Felipe Orduña Bustamante, de Acústica del CCADET; y Francisco Javier Rodríguez Gómez y Paola Roncagliolo Barrera, de la FQ.
Por el INAH: Jannen Contreras Vargas, Gabriela Peñuelas Guerrero, Ángel Ernesto García, Ingrid Karina Jiménez Cosme, Roxana Rojas Ríos, Ilse Marcela López Arriaga, Carlos Cañete Ibáñez y Daniela Pascual Cáceres.
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