Por: Redacción
Para estudiar los cuerpos celestes a través de alguno o varios de los cuatro telescopios que hay en el Observatorio Astronómico Nacional en la Sierra de San Pedro Mártir (OAN-SPM), a cargo del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, anualmente solicitan acceso a sus instalaciones cerca de 120 astrónomos o equipos de astrónomos de las diferentes universidades, centros e institutos de investigación del país que desarrollan esta ciencia.
Está ubicado en uno de los cuatro mejores sitios del mundo para la observación astronómica. “Estamos en un lugar muy oscuro, en una montaña muy alta, de dos mil 830 metros sobre el nivel del mar, en Baja California. La atmósfera es muy estable, por un lado está el Océano Pacífico y, por el otro, el mar de Cortés”, explicó el jefe del Departamento de Astronomía Observacional del OAN-SPM, Sergey Zharikov.
El tiempo de observación que se otorga a cada uno de los solicitantes es determinado por una comisión de especialistas, que emite dos convocatorias al año para recibir los proyectos y evaluarlos.
“Anualmente recibimos más de 120 solicitudes. Hay competencia por acceder en algunas noches, pero aplicamos varios criterios científicos y, en general, les asignamos el mayor tiempo que podemos. Aprobamos casi el 90 por ciento de los estudios que se presentan”, resaltó.
El también especialista en procesos físicos de estrellas binarias comentó que muchos de los que acuden al OAN-SPM tienen colaboraciones con astrónomos de otros países, pues ésta es la vía por la que pueden acceder a hacer observaciones en distintos instrumentos.
“Yo mismo tengo colaboración con científicos de Finlandia, Rusia, República Checa, España, Estados Unidos… Nuestra ciencia es fundamental, algunos problemas son de gran importancia, como es el caso de la observación de los asteroides, porque podría haber alguno que choque contra la Tierra. Además, es necesario tener respuesta a otras preguntas respecto a quiénes somos o cuál es el futuro del Universo”, agregó Zharikov.
Los astrónomos cuyos proyectos son aceptados, viajan por carretera, desde Ensenada hasta el Parque Nacional de San Pedro Mártir, donde se encuentra el Observatorio.
Aquí se alojan en un albergue que está totalmente aislado y donde pueden dormir, comer, bañarse y analizar los datos que obtienen tras horas de observar la bóveda celeste.
Unas 16 personas se encargan de tareas operativas en la cocina, el mantenimiento o el transporte. Todos ellos son trabajadores de la UNAM, la mayoría prácticamente pasa la mitad de su vida en el OAN-SPM, pues deben estar 15 días seguidos aquí; luego viajan a Ensenada a ver a sus familias y laborar otras dos semanas en esa ciudad, y suben nuevamente al observatorio.
No Comment