Por: Redacción/

La caries es la enfermedad dental de mayor prevalencia en México, de acuerdo con el perfil epidemiológico de la salud bucal del país, seguida de la hipersensibilidad, la gingivitis y otras periodontales, afirmó el maestro Guillermo Cervantes Pérez.

Noventa y cinco por ciento de la población de entre 20 y 64 años de edad la padece, es decir, nueve de cada diez sujetos la han sufrido o la van a tener en el futuro, mientras en 20 por ciento de los adultos se registra caries radicular y el tiempo representa un elemento fundamental para la aparición de estas lesiones.

La hipersensibilidad afecta a entre 10 y 25 por ciento de los pacientes; un tercio de la carga en consultorios está centrada en la realización de obturaciones de sellado dentinario y 98 por ciento de casos periodontales tiene también hipersensibilidad.

En el XXIV Encuentro de egresados de la Licenciatura en Estomatología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), realizado en la Unidad Xochimilco, el especialista expuso que aproximadamente 75 por ciento de los adultos presenta gingivitis, así como 50 por ciento de los trabajadores.

Ante esa problemática es necesario aplicar protocolos clínicos en las instituciones públicas y consultorios privados, a la vez de recomendar la aplicación de fluoruro con calcio y fosfato en todas las edades y en porcentajes óptimos para inhibir bacterias e incrementar la mineralización de los dientes.

Los profesionales deberán conocer los procesos a seguir y cómo combatir las enfermedades bucales, ya que en los niños se manifiestan regularmente en las fisuras dentales y en los adolescentes en los espacios inter-proximales que con el uso adecuado del hilo dental se previenen.

Al presentar la ponencia Apostando por la prevención, el gerente de Servicios Profesionales para América Latina de la empresa 3M y estomatólogo por la UAM señaló que los adultos presentan caries secundarias relacionadas con inadecuadas colocaciones de obturación directa que para los adultos mayores representa pérdida dental y caries en las raíces.

Ese problema se genera por un proceso de desmineralización producto de la pérdida de calcio, fosfato, magnesio y zinc, resultado de la conjunción de los componentes de ingesta de carbohidratos fermentables –alimentos– y la presencia de bacterias cariogénicas en dientes susceptibles.

Aunque existen más de 20 elementos de diagnóstico para detectar la desmineralización, el más preciso es el visual con trans-iluminación y elementos fluorescentes, porque los estudios histopatológicos o la radiografía de aleta de mordida la identifican en un estado tardío o avanzado.

El tratamiento más eficiente para la población menor, adolescente y adulta es la prevención odontológica con conocimiento y una oportuna identificación de las causas de riesgo para cada uno de los padecimientos, reconoció.

Cervantes Pérez admitió que la presencia de una amplia variedad de patógenos de dentición primaria y permanente hace imposible la creación de una vacuna anticaries.

El Sistema Internacional para la Detección y Evaluación de Caries expone que los determinantes de riesgos de esa enfermedad se manifiestan en todas las edades, ya sea de manera moderada o de alto riesgo, por una higiene oral pobre, lactancia prolongada, defecto en el esmalte, quimioterapias, abuso de alcohol o drogas o por trabajos de restauración o tratamientos dentales inadecuados, entre otros.

En el cuidado bucal también debe considerarse la historia de caries previa, lesiones evidentes, existentes y recientes; áreas susceptibles, función salival-volumen de saliva y el alto número de bacterias.

La saliva tiene importantes funciones protectoras para la boca y la dentadura en cuanto a lubricación, preparación del bolo alimenticio, acciones antimicrobianas y limpiadoras, como un agente amortiguador del PH.

Además advirtió que los alimentos que producen los mayores daños corrosivos por la alta frecuencia de su ingesta son la coca cola, la cerveza, el café, la leche, el té y los jugos de naranja y manzana.