Por: Redacción/

Con una impronta universitaria de más de cuatro décadas en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la doctora Gretchen Terri Lapidus Lavine eligió México para desarrollar su trayectoria académica y científica, contribuyendo a forjar el prestigio de la Unidad Iztapalapa, sostuvo el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de esta casa de estudios.

Durante la ceremonia en la que la académica fue investida como Profesora Distinguida, el Rector General señaló que la incesante labor de investigación de la posgraduada del Massachusetts Institute of Technology –sobresaliente por buscar la innovación en el área de la Hidrometalurgia, considerando procesos más eficientes y sustentables– le ha permitido mantenerse en el Sistema Nacional de Investigadores por más de 20 años.

Lo anterior ha tenido consecuencias benéficas para la institución, por ejemplo, el alto grado de innovación y aplicabilidad que, siempre involucrando a compañeros y alumnos, han valido a la universidad la concesión de 13 patentes –10 de ellas vigentes– y tener otras tres en trámite.

Pero este trabajo ha tenido otras repercusiones significativas como el desarrollo y la evolución de las capacidades de vinculación de la UAM, cuyo impacto en términos de ejecución de proyectos, en particular con la industria minera, es bien conocido tanto en la academia como en el sector.

El doctor Peñalosa Castro afirmó que la investigadora ha sido referente de un espíritu universitario integral que, más allá de su labor diaria, profesa el humanismo más elemental, ese que no puede ser enseñado o aprendido, sino simplemente cultivado.

La doctora Lapidus Lavine expresó: “mi estancia en este centro universitario ha sido larga y por ello les puedo contar muchas anécdotas”, desde el hallazgo de restos de un mamut en la excavación para construir el edificio “S”, la fundación del sindicato y las huelgas, pasando por los efectos en la universidad de múltiples devaluaciones y temblores, pero hoy es un día para agradecer al sistema de la Casa abierta al tiempo por los apoyos recibidos y las oportunidades brindadas.

“Me siento muy afortunada de pertenecer a una escuela muy generosa, a la que llegué (hace poco más de cuatro décadas) siendo ambas muy jóvenes”, comentó la investigadora mexicana nacida en Nueva Jersey, Estados Unidos, ante colegas, alumnos y autoridades universitarias que mostraron en todo momento cariño y reconocimiento a la docente del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica.

La experiencia de llegar con entusiasmo y hacer “prácticamente lo que yo quería, me abrió un espacio donde me sentí con la libertad de aprender y crecer profesionalmente”; en años críticos, la UAM fue la primera que implementó el sistema de estímulos “que nos permitió mantener el personal académico de tiempo completo”.

En esta casa de estudios, añadió, fue posible adquirir el equipo necesario para iniciar la línea de Hidrometalurgia, pero nada de lo anterior habría sido posible sin los miembros de la comunidad universitaria, dijo la doctora antes de dedicar “mis éxitos a mis alumnos de licenciatura y posgrado, por su entusiasmo y avidez por aprender, porque es algo que no he encontrado en los lugares donde he trabajado”.

El doctor Octavio Nateras Domínguez, rector de la Unidad Iztapalapa, expresó que más allá de su relevante trayectoria académica, la doctora Lapidus Lavine ha sido un ejemplo de los valores que la institución debe inculcar a sus alumnos y alumnas.

El compromiso y la dedicación hacia el trabajo, la generosidad hacia todos los que la rodean, en particular hacia sus estudiantes, la honestidad incuestionable, la manera de ver la vida siempre con optimismo y en particular, su camaradería, se extiende a todos los miembros de la Unidad.

El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, secretario general de la UAM y colega de la doctora, señaló que el rigor que se le debe a quien la Universidad analiza como candidato a recibir el nombramiento de Profesor Distinguido es algo que la doctora Lapidus Lavine cumple con creces en términos de rigor intelectual, seriedad profesional, honestidad y humildad acerca de hablar sobre sus resultados y de criticar con objetividad el trabajo de colegas o de alumnos.

Se ha dicho mucho de la generosidad de Gretchen y “los que estamos aquí, reconocemos en su persona a un gran ser humano”.

En la ceremonia estuvieron también directores de división y jefes de departamento, el ex rector general Gustavo Chapela Castañares, así como la rectora en funciones de la Unidad Azcapotzalco, doctora Norma Rondero López.