Por: Ximena Islas Guerra
Los rayos del sol caen sobre aproximadamente 100 personas reunidas en las escalinatas de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para la presenciar la conferencia de prensa de la Asamblea de Barrios, un grupo de organizaciones que integran el movimiento social surgido en 1987 en contra de , como los miembros de la asamblea dicen, “desalojos inquilinarios y los abusos de los caseros, jueces, actuarios”. Entre los asistentes hay señoras de entre 50 y 60 años cargando su bolso o bastón pero todas sosteniendo con ambas manos su manta donde se podía observar el logo y nombre de la asamblea.
También hay hombres y hasta algunos adolescentes y niños, estos últimos sostienen mantas también pero su cara está en blanco, sólo están parados ahí mientras el diputado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Suárez del Real y otros miembros del movimiento de barrios se deslindan públicamente de los crímenes que se les atribuyen. “La asamblea de barrios no es de crimen es de lucha”, grita Súper Barrio, quien viste un traje de súper héroe ajustado rojo con capa y máscara incluidas, se escuchan gritos de aliento, aplausos, porras, demostrando apoyo. Una mujer sacude la manta y grita a todo volumen, “¡muy bien dicho!”
“No nos vayamos con las fintas, detrás del uso de siglas a nombres, hay algo más fuerte que el gobierno de esta ciudad no ha querido reconocer, lo hemos denunciado desde septiembre que llegamos al cargo, no me da miedo , no se vale que el crimen se escude tras siglas a las que está dañando, aquí estamos con los reconstructores de la ciudad, estamos con quien supo construir edificios y derechos”, afirma el diputado de Morena, quien mira a los asistentes con seguridad desde la escalinata mientras sus palabras fluyen y apunta con el dedo para lograr más convencimiento de los que los escuchan en la banqueta entre el ruido de los autos circulando y el murmullo de la gente que transita por ahí.
Los integrantes declaran que cualquiera puede cometer un acto delictivo y llevar consigo una manta o una bandera y que eso no significa que en verdad sean del movimiento. “Nosotros no vamos a encubrir ni solapar y mucho menos hacernos socios de quien esté haciendo fechorías y se aproveche del nombre de asamblea de barrios”, se defendieron.
Asimismo la diputada Alicia Barrientos, aclaró que ellos no pueden hacer nada para detener a esos delincuentes porque simplemente no les corresponde, “lo debe hacer el gobierno de la cuidad, es a las autoridades a las que les corresponde, no somos delincuentes, hemos hecho un trabajo muy fuerte desde hace casi 30 años, exigimos al gobierno de la ciudad que esclarezca el crimen organizado y que quede muy claro a los ciudadanos y a todos los medios de comunicación que la asamblea y los delincuentes no son lo mismo, no permitiremos que se nos difame”, a lo que Suárez agregó que su organización surge de la sociedad para trabajar por ella.
Los asistentes continuaban animando a los que tomaban el micrófono, entre ellos había una muchacha, seguramente de 18 o 19 años, llevaba pantalón de mezclilla y los ojos los tenía llenos de delineador en sus manos se hallaba una bandera con el logo del movimiento, habría sido interesante escuchar más del la asamblea de una voz joven, al preguntarle su cara muestra confusión y preocupación. “No yo no sé, no te puedo contar nada”, una mujer se le acerca y responde, “no te podemos decir por qué estamos aquí, no nos preguntes a nosotras porque no sabemos”, las dos se alejan rápidamente, sin voltear atrás, estaban ahí apoyando algo que no querían o que no conocían, a lo mejor ambos.
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