Por: Redacción/
A pesar de la disposición del Presidente Enrique Peña Nieto, el pueblo de México debe estar muy atento a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que no podemos aceptar que el Gobierno Federal negocie a costa de la política energética y del campo mexicano, ni que ceda a todas las exigencias de Estados Unidos; lo que hoy inicia en Washington es preocupante, aseveró la diputada Rocío Nahle García.
Al presentar la postura de Morena con motivo de la Agenda Política sobre la renegociación del TLCAN, durante la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, expresó que el Gobierno mexicano tampoco puede ceder más espacios y atribuciones a la inversión extranjeras, cuando al mismo tiempo se pierde soberanía de nuestro país.
En ese contexto, subrayó que la renegociación del TLCAN no fue a iniciativa de México, sino del Gobierno de Estados Unidos, que busca establecer parámetros para la evolución del tipo de cambio y eliminar el Capítulo 19, para que la resolución de controversias ahora sea con el sistema legal de ese país, entre otros aspectos.
“Lo que hoy se inicia no es nada más porque fue un grupo y ellos van a decidir, y como son funcionarios, burócratas que envía el Presidente, pues es lo que ya se dice. No, tenemos que ir a fondo”, sostuvo.
La Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena reclamó que la posición del Gobierno mexicano es ceder a todas las exigencias del Presidente Donald Trump, a cambio de algunos logros en materia arancelaria, que además son a conveniencia de las empresas transnacionales. “Debemos encontrar un equilibrio natural que sea benevolente para el pueblo de México”, consideró la también Secretaria de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.
Ante el pleno legislativo, se refirió al documento “Prioridades de México en las Negociaciones para la Modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, elaborado por la Secretaría de Economía, en el que se contemplan cuatro ejes.
Nahle García consideró que el primer eje es quizá el único que el Ejecutivo Federal dedica específicamente al aspecto comercial, preocupado por los efectos de la renegociación, ya que contempla equipos instalados en México que son para exportación a Estados Unidos, pero también el campo.
“En el campo se requiere una visión diferente, una visión que debe incluir también a pequeños productores, que son los únicos que pueden garantizar una soberanía alimentaria produciendo básicos y productos comerciales, con una estrategia diferente”, recalcó.
Además, expuso que si bien el segundo eje se incluye aspectos como el cumplimiento de las obligaciones laborales, combate a la corrupción y la impunidad, y el respeto al medio ambiente, para avanzar en estos aspectos en nuestro país no es necesario renegociar el TLCAN, sino sólo tener voluntad política.
Respecto al tercer eje, dijo que se debe actuar con mucha precaución por las consecuencias que puedan generar las nuevas tecnologías, como el intercambio de servicios financieros en los que las autoridades mexicanas han demostrado muy baja capacidad de supervisión.
Advirtió los riesgos en la renegociación del cuarto eje, donde se propone consolidar el régimen legal de las empresas productivas del Estado y los mecanismos de solución de controversias, como inversionista Estado o Estado-Estado, comercios y servicios financieros.
“En éste, la posición es de alto riesgo, porque parece ignorar en muchos términos las necesidades de México. De reservarse las posibilidades de desarrollar su propia política economía, incluyendo un sector público que impulse el desarrollo de sus empresas en un marco legal y transparente, pero sobre todo en condiciones asimétricas con Estados Unidos”, concluyó.
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