Por: Redacción/
La Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), informó a la Cámara de Diputados que no hay pruebas científicas convincentes de que las señales de radiofrecuencias de las antenas de telefonía móvil, radio y televisión, tengan efectos adversos a la salud.
Por ello, dijo, es innecesario incorporarse al Proyecto Internacional de Campos Electromagnéticos (CEM), de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Eso respondió la Secretaría de Salud a un punto de acuerdo avalado por los diputados, donde se le solicitó evaluar su incorporación al CEM, para sumarse al análisis de los efectos a la salud que producen las radiofrecuencias a través de las antenas de telefonía móvil, radio y televisión.
Los legisladores expusieron que en los últimos 15 años, se han publicado estudios en los que se examinaba la posible relación entre los transmisores de radiofrecuencias y el cáncer. Sin embargo, sostuvo, no se han encontrado pruebas de que la exposición aumente el riesgo.
Además, investigaciones a largo plazo en animales tampoco han detectado un aumento del riesgo de cáncer por exposición a campos de radiofrecuencia, incluso en niveles muy superiores a los que producen las estaciones de base y las redes inalámbricas.
No obstante, mencionaron que cerca de mil 500 familias de un total de seis mil 500 con residencia en el fraccionamiento Residencial Revolución, en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, han denunciado deterioros en su salud, con síntomas como dolores de cabeza, mareos, insomnio, fatiga, náuseas, irritación de los ojos y casos de cáncer, entre los vecinos que habitan en las cercanías de esas instalaciones base.
En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria, la Secretaría de Salud expone que la Cofepris tiene, entre otras facultades, identificar, analizar, evaluar, regular, controlar, fomentar y difundir las condiciones y requisitos para la prevención y manejo de los riesgos sanitarios, así como proponer alternativas para su manejo y emitir las medidas de prevención y de control de índole regulatorio y no regulatorio, en los términos de las disposiciones aplicables, así como evaluar el impacto de las mismas.
“Por esa razón, hasta que exista la comprobación científica de que las señales que producen las radiofrecuencias puedan repercutir en la salud de la población, la Cofepris, en el ámbito de sus atribuciones, llevará a cabo las acciones necesarias en materia de protección contra riesgos sanitarios, independientemente de que se incorpore al CEM”, dijo.
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