Por: Vicente Flores Hernández

Recientemente, los científicos de diez países de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (por sus siglas en inglés IARC)  a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitieron un dictamen en el que ubican a los embutidos  en el tipo de alimentos “cancerigenos para los humanos” y a la carne roja como “probablemente carcinógenos”.

De acuerdo con este informe de la OMS, se señala que estos tipos de carne generan una mayor probabilidad de cáncer colorrectal y una asociación positiva con el cáncer de estómago”.

Sin embargo, en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Graciela Caire Juvera, miembro del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) mencionó que la noticia no debe ser tomada como una prohibición del consumo de carne sino como una reducción en ella.

Comentó también que las carnes procesadas se ubican en el grupo 1 de la clasificación de la IARC, donde se encuentran sustancias como el tabaco, alcohol, plutonio, asbesto y las radiaciones ionizantes.

Sin embargo, ello no significa que tengan la misma peligrosidad pues se les ubicó en el Grupo 1 porque es contundente el resultado de que su consumo diario y en cantidades elevadas puede causar riesgo de cáncer de 18 por ciento con respecto a las personas que no los ingieren; un porcentaje menor comparado con el riesgo que causa el cigarro, el alcohol o el plutonio.

A ello se suma el hecho de que el cáncer es una enfermedad multifactorial, ya que tiene orígenes como la genética, las radiaciones gama, los pesticidas y el estilo de vida en el que influyen factores como el tipo de alimentación, la inactividad física y la obesidad.