Por: Redacción
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Congreso de la Unión, el Instituto Nacional Electoral, la Secretaría de Educación Pública, el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia unieron esfuerzos para llevar a cabo el Décimo Parlamento de las Niñas y los Niños de México 2017.
El ejercicio tuvo lugar en el Congreso de la Unión, en donde 300 legisladores infantiles trabajaron con emoción y ahínco en 15 Comisiones, en las que se analizaron y discutieron diversos temas como el derecho a una vida libre de violencia; niñez y adolescentes migrantes; igualdad sustantiva entre niñas y niños; derecho a vivir en familia; derecho a la educación de calidad; a la no discriminación; a la salud, y a la participación.
Durante 5 días las niñas y niños legisladores tuvieron diversas actividades que iniciaron el lunes 13 de febrero con la inauguración del Parlamento, en el salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro y la conformación de la Mesa Directiva, a través de un proceso de insaculación en el que resultaron elegidas siete niñas, y terminaron el viernes 17 con la presentación de conclusiones, propuestas y manifestaciones en las que mostraron su amplio conocimiento sobre sus derechos, las necesidades de sus familias y comunidades, así como sus perspectivas sobre los problemas que atraviesan algunas regiones de nuestro país, su inconformidad con la corrupción, la inequidad y la impunidad.
Algunas de las propuestas que presentaron las niñas y niños legisladores tienen que ver con mejorar su entorno en las escuelas, en sus hogares y en sus comunidades, por ejemplo, la creación de un número telefónico específico en donde puedan denunciar casos de violencia en su contra; de un Comité y de un Instituto, ambos infantiles, el primero que proteja los Derechos de las niñas, niños y adolescentes, y el segundo que atienda a la población infantil y juvenil deportada y migrante, a quien –dijeron- deberá brindársele atención médica, asesoría, albergue, alimentación y transporte para llegar a sus lugares de origen.
Para prevenir la violencia en las escuelas las y los legisladores infantiles sugirieron llevar a cabo campañas de sensibilización sobre los daños que genera elbullying; talleres en las escuelas para que la comunidad escolar dialogue; impulsar leyes que consideren un tratamiento adecuado para el agresor y el agredido; así como fomentar la inclusión y la no discriminación, especialmente de las niñas, niños y adolescentes con discapacidad.
Demandaron que el Estado mexicano cumpla con sus responsabilidades de proporcionar los recursos necesarios para una educación de calidad, a sus maestros y maestras les pidieron mayor compromiso con ellas y ellos, a sus madres y padres tiempo, atención, cuidados especiales y una participación más activa en el proceso de enseñanza aprendizaje; que se intensifiquen las acciones de capacitación para dotar de herramientas a las familias -las cuales insistieron, pueden estar conformadas por dos personas del mismo sexo-, a los cuidadores (as), docentes y población sobre la atención, protección y cuidados especiales que requieren las personas menores de edad por encontrarse en desarrollo.
Una preocupación recurrente de las niñas y niños legisladores fue el seguimiento que se dará a sus propuestas y exigencias, respecto de lo cual será tarea de las personas adultas dar continuidad a ese ejercicio; llevar a cabo acciones creativas y efectivas para integrar sus inquietudes en la labor cotidiana; logar la articulación de esfuerzos y recursos para cambiar la realidad que viven y sufren más de 39 millones de niñas y niños en nuestro país, y mejorar su calidad de vida para que sean felices y ejerzan plenamente sus derechos.
El Décimo Parlamento de Niñas, Niños y Adolescentes, es el primero que se realiza con la vigencia de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, por lo que seguramente será un referente para sucesivos ejercicios de participación que se celebren, los cuales deberán transitar de ser esporádicos y limitados a la escucha de niñas y niños, a ser espacios permanentes, auténticos, que tomen en cuenta su opinión y puntos de vista, que incluyan la perspectiva de derechos, y que obliguen a un verdadero compromiso en la atención de los temas que les afectan.
La CNDH estuvo atenta a las inquietudes y demandas de las y los legisladores infantiles y refrenda su compromiso con la niñez y adolescencia para la protección, observancia, estudio, promoción y divulgación de sus derechos humanos para que se respete su dignidad humana, y se hagan efectivos los mecanismos para garantizar sus derechos.
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