Por: Redacción/
En los últimos tres años, la UNAM ha sido especialmente sensible a la problemática de género en México; ejemplo de ello es la implementación de acciones como la campaña “Igualdad de Género”, a través de la Oficina de la Abogacía General. Sin embargo, coincidieron universitarios y expertas en el tema, aún falta mucho por avanzar en el país.
Leonardo Lomelí Vanegas, secretario General, señaló que un desafío es generar un cambio en la mentalidad y en las prácticas culturales, pues éstas no se modificarán sin políticas pensadas para ese fin, que deben ser transversales y no sólo incidir desde la educación formal, sino a través de estereotipos que se difundan en los medios de comunicación.
En tanto, Magalys Arocha, experta independiente de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), y quien ha revisado las últimas tres sustentaciones del Estado mexicano sobre el tema ante dicha convención de la ONU, indicó que aunque ese órgano reconoce que hay avances, aún existen áreas que requieren de atención a nivel nacional.
Acompañada de los coordinadores de Humanidades, y de la Investigación Científica, Alberto Vital Díaz y William Lee Alardín, respectivamente, y de Mónica González Contró, abogada general, Arocha destacó que entre los temas pendientes está la violencia de género, el marco legislativo sobre discriminación contra las mujeres, el acceso a la justicia, la incorporación de la perspectiva de género en la política nacional, las medidas especiales de carácter temporal, los estereotipos y las mujeres en situaciones de conflicto.
En conferencia magistral, la doctora en Ciencias Filosóficas expuso que los organismos internacionales no pueden solicitar una nueva investigación sobre temas pasados porque los resultados serían muy similares. Por ello, invitó a la comunidad académica a presentar sus más recientes estudios en la materia como una forma de visibilizar más el problema.
En su oportunidad, William Lee Alardín indicó que la equidad, en todas sus facetas y variantes, implica el respeto a los derechos fundamentales de las personas, y para ello se debe poner el ejemplo: fomentar el desarrollo de todos, para que se tomen en cuenta los diferentes puntos de vista.
“En cualquier grupo colegiado, contar con una composición balanceada de puntos de vista, especialmente en el caso de género, es importante, y hay que reconocer que no estamos donde deberíamos estar. Reconocer que hay huecos, necesidades y lagunas es el primer paso para resolverlo”, resaltó.
Gloria Ramírez Hernández, titular de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UNAM, reflexionó sobre el incumplimiento de los compromisos en materia de equidad de género en el país.
Tras presentar el mapa de la violencia de género, recordó que desde que México presentó su primer informe se han recibido 208 recomendaciones de organismos internacionales, pero no se sabe exactamente qué ha pasado con ellas.
A 15 años de distancia de las primeras observaciones del CEDAW, el Estado mexicano “ha incumplido obligaciones para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”.
Ante miembros de comités jurídicos de la UNAM y expertos de las áreas de ciencias básicas, humanidades y sociales, reunidos en el auditorio de la Coordinación de Humanidades, Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, señaló que la UNAM generara un espacio para profundizar sobre los retos en este tema.
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