Por: Redacción/
Con el propósito de regular la fabricación, importación y compraventa de sistemas o productos alternativos con o sin nicotina, el diputado Juan Martín Espinoza Cárdenas (MC) planteó reformar las leyes generales de Salud, y para el Control del Tabaco, porque las organizaciones internacionales que los producen han demostrado que son cancerígenos o generan enfermedades respiratorias.
En el documento enviado a la Comisión de Salud, se precisa que aunque en el país está prohibida su comercialización, la población sigue adquiriéndolos, al considerar que sustituir el cigarro tradicional disminuye su consumo y su adicción, “pero no hay fundamentación científica que lo sustente”.
Se calcula que hay alrededor de 15 millones de mexicanas y mexicanos que son fumadores. La edad promedio de inicio en su consumo, es a los trece años, donde el aparato respiratorio aún es inmaduro para resistir a las toxinas que desprende el tabaco.
Esa edad, dijo Espinoza Cárdenas, es sumamente temprana, porque por ley se prohíbe la venta de cigarros a menores de edad, pero no ha sido impedimento para que miles de jóvenes comiencen a consumir este producto, que tiene efectos negativos en su salud y que con el paso de los años puede causar graves enfermedades respiratorias, tuberculosis, cáncer de pulmón o de garganta y posteriormente la muerte.
Mencionó que incluso, 60 mil niños de cinco años de edad mueren en el mundo por inhalar el humo del cigarro ajeno, y quienes llegan a sobrevivir pueden desarrollar una enfermedad pulmonar obstructiva crónica cuando alcanzan la etapa adulta.
“La gran mayoría pertenecen a familias en la que alguno de los padres o ambos son fumadores activos en el hogar, lo que empieza a generar el gran problema de salud pública”, alertó.
El diputado de MC agregó que en la Ciudad de México y en otras entidades federativas, hay leyes que regulan el espacio libre del humo del cigarro, como restaurantes, oficinas, bares y más establecimientos abiertos al público para cuidar de la salud de los fumadores pasivos, principalmente.
La Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos de 2015 reveló que el mexicano fumador activo consume en promedio alrededor de 7.7 cigarros al día. Los hombres fuman 8 y las mujeres 6.8, lo cual hace presumir que la diferencia no es mucha entre ambos sexos.
“Si bien el consumo del tabaco prevalece, también las enfermedades entre fumadores activos y pasivos, aun con las políticas públicas antitabaco”, añadió.
La población fumadora al conocer los riesgos, algunos han optado por los cigarros electrónicos denominados “vaping” o vapeo, que es la tendencia de inhalar el vapor creado por un cigarro electrónico u otro dispositivo.
La frecuencia de vapear entre los adolescentes aumentó en gran número en Estados Unidos, y seguidamente han ido al alza las enfermedades pulmonares por los químicos que contienen los cigarros electrónicos. El vapor contiene sustancias tóxicas como hierro, estaño, níquel, cromo y muchas más que van dirigidos directamente a los pulmones y otras sustancias que desconoce el consumidor.
La ciencia ha demostrado que la nicotina es adictiva y aun cuando se sustituye el cigarro común por uno electrónico, no se tiene certeza si el daño es el mismo o si incluso puede llegar a ser peor por las sustancias que contienen, además de la nicotina.
Aunado a ello, la exposición pasiva al vapor que producen los cigarros electrónicos se ha demostrado que provoca efectos adversos a la salud y que es una nueva fuente de contaminación al aire porque incluyen partículas finas y ultrafinas, metales pesados y más. Los niveles de metales pesados, como el níquel y el cromo, son superiores en los sistemas electrónicos.
El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias por medio de un comunicado del pasado 11 de septiembre, expuso sobre el potencial daño a corto plazo a la salud por utilizar dispositivos electrónicos, y se unió a las sociedades internacionales sobre el riesgo que implica el vapeo, que es ilegal en nuestro país, pero las ventas han ido al alza.
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