Por: Redacción/
La diputada Cynthia Iliana López Castro, secretaria de la Comisión de Educación, dijo que es necesario impulsar la creación y el fortalecimiento del marco legal para considerar al ciberacoso como delito grave y emprender medidas legislativas en todo el tema de las redes sociales.
Durante la presentación del Decálogo de los Derechos Inalienables de las Niñas, consideró que se requieren leyes rigurosas en materia de protección de datos y uso de imágenes. “Actualmente, alguien toma una fotografía, la manda a páginas de pornografía infantil, y las autoridades no pueden investigar quién subió esa imagen a un sitio de prostitución”.
La legisladora del PRI dijo que impulsará reformas a la legislación laboral para establecer jornadas de trabajo accesibles para que las mujeres que tienen hijos puedan estar más tiempo con ellos, porque es fundamental la educación desde casa, pero “con horarios de trabajo de tiempo completo y las hijas o hijos en guarderías y escuelas no se puede compartir”.
Refirió que es indispensable velar por los derechos de niñas, niños y adolescentes y dar seguimiento a los tratados internacionales en la materia y los objetivos de desarrollo sostenible.
Añadió que la paridad y la equidad deben construirse en la niñez; desde que entran a la escuela las niñas y los niños deben tener los mismos derechos. Por ello, dijo, se ha buscado que ellas se sientan más seguras en la escuela, combatiendo el acoso escolar, promoviendo que al elegir carrera se vinculen en profesiones anteriormente consideradas para hombres, e impulsando que se les respete en el transporte público.
También se trabaja en una ley para facilitar que los menores denuncien casos de abuso sexual y acoso escolar, porque “hoy son procesos burocráticos muy complicados y nuestra labor es hacer y perfeccionar las leyes en beneficio de las niñas y los niños”.
Se comprometió a difundir y dar seguimiento al decálogo elaborado por la organización “Close to you”, presentado por Maria Rita Parsi, presidenta de la “Fabrica della Pace Movimento Bambino”.
El Decálogo destaca que las niñas no pueden sufrir ningún tipo de discriminación por el hecho de haber nacido mujeres y no deben sufrir ningún daño genital ni infibulación (circuncisión femenina). “Debemos oponernos universalmente a tratamientos de este tipo”.
Establece que tampoco pueden ser víctimas de trata con fines de prostitución y pornografía; ni ser violadas, ni obligadas a prostituirse por hambre o migración, ni inducidas a casarse a temprana edad. “Los embarazos a edad temprana o precoces producen daños irreparables”.
Asimismo, determina que las niñas no podrán ser obligadas a usar vestimentas que oculten por completo su cuerpo y rostro; resalta que se les debe garantizar su movilidad sin correr el riesgo a ser atacadas o acosadas; a la educación, en condiciones de paridad; a expresar sus opiniones libremente y sobre todo a jugar y crecer en familia, así como a defender sus derechos y exigir que se respeten.
Al hacer uso de la palabra, el embajador de Italia en México, Luigi Maccotta, aseguró que en la defensa de los derechos de las niñas hay que ir más allá de las relaciones tradicionales y trabajar para lograr su protección.
“Hay muchas cosas socialmente que se deben corregir. Las niñas enfrentan problemas en México, en Italia y en todo el mundo, por eso hay que luchar continuamente. A veces se cree que se han logrado las libertades y derechos en todo el mundo, pero no es así, debemos seguir pugnando, no pensar que todo está bien y que se ganó para siempre”.
Destacó la importancia de concientizar a las niñas sobre sus derechos para que puedan exigirlos y afirmarlos frente al poder, la sociedad y el mundo.
Enseguida, Sandra Maldonado Baur, presidenta de la Fundación Carol Baur y directora general del colegio del mismo nombre, refirió que hablar de los derechos de las niñas es obligación de todos y señaló que en esta institución se forman jóvenes con valores, ideales, amor a la patria y a sí mismas, para que puedan enfrentar cualquier situación que se les presente en la vida.
Señaló que en México, desde 1951, existe la inquietud de salvaguardar a la niñez y se enlistó una serie de derechos, entre los que destacan: ser protegido desde el claustro materno por la familia y la sociedad, a tener un nombre legal independientemente de la condición social; a vivir en un hogar organizado en un ambiente que responda a sus necesidades para impulsar su desarrollo; a ser juzgado, tratado y protegido, de acuerdo a su naturaleza específica y a tener padres y maestros capaces y comprensivos que actúen dentro de las normas educativas modernas.
Además, a tener escuelas higiénicas, con aire, luz, espacio y mobiliario adecuado, en zonas salubres apartadas de centros de vicio, y a estudiar una profesión de acuerdo a sus aptitudes y en la que se realice con plenitud; así como a leyes que atiendan sus necesidades y, de modo claro y preciso, establezcan la protección a la que tiene derecho.
De la Organización Children for Peace, Massimo Leonardelli, destacó la importancia de este decálogo, sobre todo desde el punto de vista de la educación y cultura, las cuales deben empezar por la familia.
“Las niñas y niños de hoy son las mamás y los papás de mañana. Lo que aprendan hoy es lo que les enseñarán, por eso deben empezar a enseñarles a sus padres cuáles son sus necesidades”.
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