Por: Redacción/
Es indispensable que los docentes conozcan su entorno para que brinden una educación de calidad acorde a las necesidades sociales de la población y así poder afrontar los retos nacionales e internacionales que trae consigo la globalización mundial, señaló Héctor Ramiro Ordóñez Zúñiga, académico del Centro de Lenguas Extranjeras (Cenlex), Unidad Zacatenco, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Para lograr lo anterior, los educandos tienen que promover la lectura, el uso de las habilidades numéricas, la inclusión de las tecnologías de la información y comunicación, pero sin caer en los excesos y aplicar el aprendizaje basado en problemas reales de las diferentes ramas del conocimiento.
Durante su participación en el XV Congreso Internacional de la Asociación Nacional Universitaria de Profesores de Inglés, A.C. (ANUPI), Ordóñez Zúñiga indicó que para la enseñanza de las lenguas extranjeras, los docentes desarrollan competencias lingüísticas con base en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero se deja de lado la identidad cultural como lo establece la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Agregó que la toma de decisiones en materia educativa de los gobiernos se basa, por ejemplo, en lo que estipula la UNESCO referente a la cultura, protección, diversificación, dominio de lenguas extranjeras, así como la movilidad de personas.
Al participar con la ponencia Educación para el siglo XX: diseño curricular para el lenguaje y el conocimiento, el catedrático del idioma inglés explicó que esta tendencia se centra en el desarrollo de habilidades duras (hard skills) y blandas (soft skills).
La primera promueve el alfabetismo lector y numerario, el uso de las tecnologías, de aprendizaje y conocimiento en el todos los niveles educativos. En tanto que la segunda son las cualidades deseables para el trabajo que no dependen del conocimiento adquirido en las aulas (sentido común, habilidad para tratar con los demás, así como una actitud positiva y flexible).
Por lo anterior, Ordóñez Zúñiga consideró que la educación superior tiene que ir a la par de los retos sociales, así como entenderlos para cubrir las necesidades que a nivel nacional e internacional demanda la sociedad.
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