Por: Redacción
Durante el encuentro “Implicaciones del Paquete Económico 2017”, senadores y especialistas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), coincidieron en que es necesario que el gobierno federal corrija el esquema de endeudamiento, ya que no hay un impacto favorable en el gasto e inversión.
El senador del Grupo Parlamentario del PRD, Mario Delgado Carrillo, advirtió que el gobierno federal está abusando del endeudamiento público, “ya que está gastando a un ritmo arriba del 3 por ciento de crecimiento económico, cuando el promedio de crecimiento está por debajo del 2 por ciento”.
El también integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público indicó que el gasto público en México no tiene un impacto favorable en el crecimiento económico: “tenemos un crecimiento irresponsable de la deuda y al mismo tiempo las cifras históricamente más bajas en la inversión pública”.
Hay grandes dudas de sustentabilidad, pues el patrón que sigue la economía, a través de los recortes a educación, salud, y proyectos de inversión, están encaminados a presentar un balance primario positivo, pero no se corrige en nada el esquema de endeudamiento y de gasto, expresó el senador.
Puntualizó que las bajas expectativas que detectan las encuestas respecto del sector privado y la pérdida de dinamismo del consumo, hacen prever que, el año que viene, vamos a tener un año muy difícil.
El senador Rabindranath Salazar Solorio, también del PRD, dijo que dada la disminución que hay en el presupuesto para las empresas productivas del Estado, “se confirma el plan para desmantelar esas empresas y fortalecer la inversión extranjera”; por ello, siempre estuvimos en contra de las mismas.
Adrián García Gómez, investigador de ingresos e impuestos del CIEP, señaló que la reforma hacendaria ya llegó a su tope de recaudación y por ende se debe plantear la necesidad de discutir una nueva, ya que “el Paquete Económico estima que los ingresos tributarios solamente se van a incrementar .3 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos cinco años”.
Indicó que otra iniciativa importante que se presenta en este Paquete Económico es el adelanto de la liberalización de los precios de la gasolina, “aunque se debe señalar que no se especifica a ciencia cierta cuál sería el mecanismo por el que se llevaría a cabo, sólo que será gradual y por zonas”.
Es por ello, que se estima que el precio máximo de las gasolinas para el próximo año será de 15.45 pesos por litro de Magna y el de Premium sería de 16.78 pesos por litro, lo que implica un incremento de 1.97 pesos por litro respecto a los precios de 2016.
En cuanto a los ingresos petroleros, subrayó que han sufrido una baja: para 2013 representaron 8.4 por ciento del PIB, mientras que para 2017 se espera que sea de 3.8 por ciento, “es una caída muy grande de 4.6 puntos del PIB”.
El diputado federal de Morena, Vidal Llerenas Morales, enfatizó que existen dos problemas en la administración de gasto, uno que no se ha tomado en cuenta los pasivos contingentes, las obligaciones crecientes no programables que se tienen, como el costo de financiamiento de la deuda, el de las pensiones y las participaciones a los estados.
Subrayó que si uno observa la administración del presupuesto en los últimos años, hay cerca de dos puntos del PIB de ingresos extraordinarios, pero no hay un recorte de gasto para preparar pago de deuda.
Enfatizó que en México existe un déficit de credibilidad en las finanzas, pues se dan planes para reducir el déficit y no se cumplen, a pesar de que existen partidas que reciben incrementos. El caso más escandaloso es el relativo a Seguridad Nacional, la partida 33771, que en los últimos tres años ha tenido incrementos de siete mil millones de pesos arriba de lo presupuestado, sin embargo no dicen para qué o cómo se usa.
Sunny Villa Juárez, directora de Gasto Público del CIEP, aseveró que históricamente ha existido un gasto público ejercido que es mayor a lo aprobado, y explicó que en promedio se ha gastado 1.9 por ciento más de lo programado.
Explicó que existen una serie de gastos ineludibles que presionan a las finanzas públicas, por lo que la reingeniería del gasto se ha ido a gasto no programable; es decir, se han recortado gastos administrativos y de bienes y servicios a la población para pagar deuda, participaciones, aportaciones a estados y pensiones.
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