Por: Redacción/

 

La utilización de estrategias visuales –fotografía, cine, pintura, dibujos animados, grafitis, mapas, diagramas, signos y símbolos– se ha convertido en las últimas décadas en un recurso metodológico sensible y adecuado para mejorar el entendimiento de la condición humana, expuso la doctora Verónica Sahagún Sánchez, en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al dictar la conferencia La fotografía como medio para la investigación participativa, sostuvo que si se toman como un todo, estas imágenes son el significado de una cultura y si se toman individualmente “resultan artefactos que proveen de una muy particular información sobre nuestra existencia”.

La fotografía es un medio de expresión estética que puede aplicarse en numerosas disciplinas, interpretarse de muchas maneras y tener variadas funciones, y cuando se utiliza para un proyecto debe tenerse muy claro el poder de significación que ofrece y cómo su interpretación se puede abordar de diversas formas.

El uso de la elicitación y la fotografía para la investigación cualitativa trata de un enfoque participativo en el que los actores aportan narrativas identitarias bajo modalidades de presentación y evocación distintas, procurando evitar el empleo exclusivo de entrevistas en profundidad hacia estrategias planteadas como complementarias que permitan expresar lo que en palabras podría ser más difícil.

De esta forma, afirmó la especialista en artes visuales, la utilización de documentos gráficos creados por los propios sujetos de estudio en una investigación permite implicarles en el proceso de recolección de datos, incrementando su aportación; para algunas personas puede ser más motivador y creativo elaborar un producto visual que participar verbalmente.

La utilización de fotografías, dibujos, mapas o gráficos producidos por los propios participantes ofrece un registro o tipo de mirada distinta de la que proporcionan los textos orales o escritos, ya que permiten representaciones más concisas de los elementos clave de la experiencia de los sujetos.

El carácter ambiguo de las imágenes permite evocar distintas perspectivas o respuestas por parte de los colaboradores, obteniendo en algunos casos informaciones más holísticas y complejas que con un texto escrito, puntualizó Sahagún Sánchez.

Otra técnica es la foto voz que busca que el sujeto de estudio se involucre en la investigación y sea el generador del conocimiento, lo cual aporta nociones de las fortalezas y las áreas de oportunidad a partir de las voces propias de los actores.

La técnica se aplica en grupo y puede tener una presencia importante en los documentos que resulten de la indagación, además de decir mucho más sobre la realidad que un texto, aunque siempre con un componente oral o escrito que acompañe la imagen.

En particular, el uso de fotografías tomadas por los participantes en una investigación, conjuntamente con una entrevista con base en dichas imágenes, resulta útil para evocar recuerdos, sentimientos, emociones y experiencias.

La mezcla de lo visual y lo narrativo permite crear relaciones bidireccionales entre los participantes, lo que amplía los procedimientos tanto de recolección de datos como de expresión de vivencias y opiniones.

Los recursos visuales son herramientas que permiten ofrecer espacios de comunicación y expresión más abiertos y menos orientados y rígidos que los que de modo habitual aportan un cuestionario o una entrevista semiestructurada, por ello la importancia de fomentar estas metodologías en disciplinas sociales o de educación artística.

La actividad fue convocada por la Maestría en Estudios de la Mujer y el Doctorado en Estudios Feministas en la Unidad Xochimilco de la Casa abierta al tiempo.