Por: Oscar Nogueda/

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) considera necesario garantizar  a la población indígena  el derecho a recibir una atención de calidad tales como acceder a programa, instituciones y servicios con el fin de mejorar la calidad de vida  de los pueblos originarios.

Para la Comisión Nacional, el reconocimiento de este derecho debe darse en tres planos fundamentales como evitar que la barrera del idioma impida una adecuada defensa y acceso a la justicia, garantizar el acceso a una educación bilingüe e intercultural y en el sistema de salud, brindar asesorías en el idioma de los pacientes y  precisar el tratamiento adecuado para las enfermedades. La institucionalización de las lenguas indígenas permitirá a las personas de los pueblos indígenas cantar el himno nacional en su lengua y tener documentos oficiales en su lengua.

La población indígena en México está compuesta por 15. 7 millones de personas, de las cuales 6.6 millones hablan una lengua originaria .De acuerdo al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INLI), el Náhuatl es hablada por un millón 726,906 personas, el Maya por 859,940  hablantes; el Tzeltal por 857,019; Mixteco por 517,993; Tzotzil por 857,019; Zapoteco por 479,750 y el Otomí por 308,085.

El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas recomendó  a los gobiernos de los distintos Estados  elaborar políticas lingüísticas  para proteger y promover las lenguas indígenas, apoyar programas de inmersión  y elaborar leyes con datos empíricos sobre la situación de los idiomas originarios. Así mismo, destacó la importancia de que los Estados destinen más recursos para la revitalización del patrimonio indígena.

La CNDH considera la lengua indígenas como esencia de la continuidad para la supervivencia y bienestar de los pueblos originarios. En el Objetivo no. 4 de la Agenda 2030, se ha propuesto “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Por último, la Comisión Nacional  subrayó que el español y las lenguas indígenas  son lenguas nacionales, por lo que tienen la misma valía e importancia. Al mismo tiempo, advirtió sobre la grave pérdida que enfrentan estos idiomas y su necesidad de conservarlos, revitalizarlos y promoverlos.