Por: Redacción/
El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, realizó el foro “Conservación y uso sustentable de suelo y agua para el Desarrollo Rural”, con el objetivo de conocer propuestas para mejorar el uso y cuidado de esos recursos naturales que son escasos.
El encargado de la dirección general del CEDRSSA, José Gildardo López Tijerina, señaló que el problema del agua se tiene que resolver con medidas inmediatas. “No hay recurso más caro y valioso que el que escasea; de ahí que esperemos no llegar a esa condición, porque entonces ya sería tarde”.
Indicó que el suelo, derivado de la falta del agua, también sufre las consecuencias y pierde la riqueza y naturalidad que lo caracteriza como elemento fundamental para la agricultura.
Expuso que hace algunos días en Sudáfrica, se llevó a cabo el día cero, y los habitantes tuvieron que racionar el consumo de agua lo que también ocurre en algunas poblaciones de México, sean ciudades medias o grandes que se han acostumbrado al racionamiento del agua.
Los días cero en muchas partes de México están próximos, hoy mismo de acuerdo con informes recientes en algunas colonias de la ciudad está suspendido el servicio del agua; si bien puede atribuirse al mantenimiento de las redes, también es atribuirle a la escasez y dificultad de traer de distancias cada vez mayores este líquido, agregó.
Los usos y costumbres que se tiene en el hogar sobre el consumo del agua no se han cuidado adecuadamente. Si observamos el aspecto agrícola e industrial, vemos cómo se revierte el consumo de este líquido sin favorecer a la agricultura, que sería un elemento fundamental para el ciclo agrícola; de tal manera que la tendencia en algunos años más, será que la industria asuma la delantera en el uso de este recurso.
Comentó que los temas desarrollados en el foro son relevantes, hay gran interés en la Cámara de Diputados por estos textos e interés por saber cuál podría ser la política líquida y de suelos a contemplarse para los próximos años.
El investigador del CEDRSSA, Jorge Arturo Morton Treviño manifestó que hablar de agua y suelo es pensar en la próxima generación; por ello, se requieren políticas de Estado y visión de largo alcance.
“Para hacer esas políticas no sólo tienen que intervenir los poderes públicos porque el principal integrante del Estado son los ciudadanos, por lo que es necesario actuar y poner nuestro grano de arena y tener una utilización con responsabilidad”, argumentó.
Carlos Rodríguez Arana Ávila, director general de Fibras Naturales y Biocombustibles de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, dijo que las políticas de desarrollo para el campo deben considerar las marcadas diferencias de territorios y sus vocaciones productivas, la inclusión de las mujeres y de los procesos y formas productivas que caracterizan a las poblaciones y comunidades.
Señaló que la falta de apoyos para los pequeños productores agrícolas, pecuarios y pesqueros pueden contribuir al abandono de tierras, monocultivos, despoblamiento del hato ganadero, bajos niveles de producción y deterioro de la calidad de vida de la población rural.
Para el tema de conservación del suelo y el agua, requerimos más sensibilidad acerca de la importancia de la recuperación de nuestros suelos y uso eficiente de los recursos hídricos.
José Rodríguez Ríos, subgerente de operación de distritos de riego de la Comisión Nacional del Agua, expuso que la institución ha desarrollado diversos programas que de manera implícita contribuyen con acciones orientadas a la conservación del suelo y agua, tales como: nivelación de tierras, conservación de infraestructura hidroagrícola, medición de agua, obras y estructuras de drenaje agrícola, presas de regulación de avenidas, métodos de riego más eficientes, entre otras acciones.
Las presas de almacenamiento se están azolvando y ello disminuye su capacidad para contrarrestar la situación; es necesario implementar acciones en las cuencas de capacitación de las presas para garantizar mayor vida útil, agua de calidad y cantidad, y tener una mayor disponibilidad para utilizarla en las áreas de riego.
“Es urgente establecer la coordinación institucional necesaria, para el logro de metas y objetivos afines, que contribuyan al cumplimiento de programas en el marco de una planeación integral e interinstitucional con enfoque territorial”, agregó.
La investigadora, Josefa de Regules, resaltó que a pesar de los esfuerzos realizados para comunicar la importancia de cuidar el agua, no se ha logrado un cambio significativo en la forma en que se usa y la cantidad que se desperdicia.
Las decisiones que se tomen respecto al cambio climático afectaran de manera profunda a los recursos hídricos; por lo tanto, es crucial que estas decisiones integren como base factores de sustentabilidad ambiental, eficiencia económica, ordenamiento territorial y participación social.
Añadió que en cuanto al funcionamiento del agua podríamos partir de conocimientos básicos como: las propiedades físicas para saber cómo se comportan, conocer el ciclo hidrológico, que es un proceso dinámico y cambiante, y entender la cuenca como un espacio que delimita al ciclo hidrológico.
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