- El sistema educativo en su conjunto debe emprender un esfuerzo sin precedente para contribuir a superar las condiciones actuales y la enseñanza superior puede jugar un papel crucial en este esfuerzo, destacaron.
Por: Redacción/
El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), exhortó a las universidades y a todo el sistema de enseñanza, así como a los distintos órdenes de gobierno y al Poder Legislativo a revitalizar juntos el proyecto educativo mexicano a partir del diálogo constructivo y razonado y de una visión que privilegie la generación de condiciones para el pleno y efectivo ejercicio del derecho a la formación de la ciudadanía.
Al participar en el Foro A 100 años de la creación de la Secretaría de Educación Pública, convocado por el Senado de la República, hizo referencia a algunos elementos que dieron cauce a la creación de la SEP, como la encomienda del presidente Benito Juárez al licenciado Gabino Barreda para encabezar un proyecto de reorganización pedagógica en sus diferentes niveles.
El Rector General de la UAM recordó que de esta iniciativa surgió la Ley Orgánica de Instrucción Pública del Distrito Federal, que estableció como principios esenciales el positivismo y el pensamiento científico como oposición a la corriente religiosa y el papel de Justo Sierra como el impulsor de una educación basada en la ciencia.
Sierra puso en marcha una estrategia adicional orientada al fortalecimiento de la enseñanza superior que tenía como fundamento el surgimiento de la Universidad Nacional; en ese sentido, el proyecto educativo mexicano estuvo vinculado desde sus orígenes a los aportes que este nivel formativo pudiera realizar para consolidarlo, “porque se tenía el convencimiento de que el conocimiento científico, salvaguardado por las instituciones, representaba una condición primordial en el desarrollo del país”.
En 1921, después de la Revolución Mexicana, surge la secretaría del ramo con esta identidad nacional con José Vasconcelos a la cabeza, que representa el surgimiento de “esta noción de una educación pública nacional”.
El doctor De los Reyes Heredia indicó algunos componentes de vinculación entre aquel momento fundacional y el presente al señalar algunas similitudes como el advenimiento de la modernidad y todos sus efectos; una industrialización creciente; un cambio tecnológico acelerado, y un escenario político cambiante y complejo. “Todos estos representaban elementos que llamaban a construir las condiciones de transformación que permitieran abordar el tren de lo moderno en las mejores condiciones posibles”.
Actualmente “enfrentamos a nivel global un contexto crítico en el que el proyecto modernizador no tuvo los resultados esperados”, dejando a su paso un conjunto de deudas sociales profundas para un segmento significativo de la población, que sigue esperando mecanismos efectivos para el ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos y culturales; si bien hoy se reconoce que ya no se instruye desde la perspectiva del cientificismo y el positivismo ni pensando en un enfoque uniformizante, se deben rescatar los saberes tradicionales, la cultura y la visión de los educandos en una nación tan diversa como la mexicana.
A este escenario adverso se sumó la pandemia de COVID-19 que evidenció las deudas y las profundizó, pero, por otro lado, tanto entonces como ahora, la ciencia y sus aplicaciones, el quehacer universitario en general, así como “la vocación humanista que siempre ha caracterizado a nuestras instituciones” representan el más importante vehículo para superar la crisis y avanzar hacia un sólido proyecto de nación próspero y justo.
El sistema educativo en su conjunto debe emprender un esfuerzo sin precedente para contribuir a superar las condiciones actuales y la enseñanza superior puede jugar un papel crucial en este esfuerzo si logra afrontar sus problemáticas en forma exitosas y poner a disposición de los demás ciclos pedagógicos y de la nación lo mejor de su potencial.
Entre esas problemáticas está promover la garantía del acceso y permanencia en los estudios superiores, pues 60 por ciento de los jóvenes no acede a este nivel educativo y advirtió que el avance en la cobertura debe realizarse con un enfoque de equidad que garantice que aquellos segmentos de la población que enfrentan más dificultades sean apoyados en forma decidida y permanente.
Otro desafío es la calidad del sector educativo universitario, pues los mecanismos que se han utilizado para realizar esta tarea suelen estar centrados en esquemas estandarizados que no distinguen las diferencias institucionales ni de las comunidades académicas, factores de gran relevancia para la calidad de los procesos de docencia, investigación y extensión.
En la UAM, el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota “nos ha permitido continuar de manera exitosa la formación del alumnado y ha dejado lecciones sustanciales para que la institución construya las bases de un nuevo modelo educativo que responda a las circunstancias que el sistema enfrentará una vez superada esta fase transitoria.
Por esa razón “estamos impulsando en la universidad un profundo arraigo de la educación no presencial lo que requerirá, además de tiempo, estrategias de habilitación docente, diseños curriculares adecuados, infraestructura suficiente y, sobre todo, un proceso de acompañamiento que garantice una transición exitosa hacia este modelo”.
La apuesta por esta ruta bien vale la pena, “porque estoy convencido de que más allá de que la pandemia nos orilló a explorar estas alternativas, el futuro de la educación también puede aprovechar estas modalidades para su democratización y posibilidades de llegar a más personas a través de opciones de calidad”.
El doctor De los Reyes Heredia destacó la responsabilidad social de las instituciones con la nación y dijo que la solicitud recurrente de financiamiento tiene que ver con mecanismos legales “que nos permitan transitar hacia la modalidad plurianual, al menos de una manera gradual y progresiva para garantizar una planeación en las instituciones de mediano y largo plazo más efectiva. Lamentablemente esta solicitud no ha alcanzado el eco suficiente”.
Pese a los muchos problemas que encara la instrucción superior y el sistema educativo en su conjunto, existen las condiciones precisas para consolidar un diálogo nacional amplio en materia de enseñanza “que fortaleza nuestras capacidades y nos permita contribuir de mejor forma al bienestar de los mexicanos”.
El doctor Hugo Aboites Aguilar, investigador del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco de la UAM, acusó que en 100 años no ha habido una década en que la policía no golpeé, reprima, encarcele e incluso prive de la vida a estudiantes y maestros.
Se trata de una “alterada relación” que evidentemente perjudica no sólo a quienes son violentados, sino a la capacidad y legitimidad de la SEP para impulsar y transformar la educación mexicana.
Esta proclividad a la violencia, además, ha crecido con el paso de los años y una posible explicación se deriva de la historia misma, pues de 1920 hasta entrada la década de 1940 se estableció el modelo de relación en el que, por un lado, estaba el magisterio, poco más tarde la universidad y, por el otro, el gobierno y el Estado. Ambas partes en el centro pusieron un proyecto llamado “al servicio del pueblo”.
Los docentes eran aliados de un quehacer encabezado por el gobierno y el Estado y era la materialización del compromiso del segundo con las luchas por la tierra y los derechos laborales y civiles. “Si todo esto es cierto, la razón está en el rompimiento por parte del Estado de una alianza muy profunda que hizo que los maestros pasaran a ser empleados y una masa sindical subordinada, pues se prefirió el maltrato laboral y el problema actual es que el gobierno de la llamada 4T ha optado por repetir el esquema”.
El senador Casimiro Méndez Ortiz sostuvo que los más de dos millones de maestros de México, que trabajan con 26 millones de alumnos, están llamados a ser el eterno despertar de la patria, porque la primera piedra de la justicia social es la educación. “Y cuando hablamos de la creación de la SEP, lo hacemos de mujeres y hombres que hicieron una revolución, al tener una visión de futuro que es necesario recuperar en el presente.
“Nos hace falta esa fuerza y pasión con la que se iniciaron los trabajos para crear la SEP”, señaló.
En este foro participaron también la doctora Elvia Garduño Téllez, investigadora de la Universidad Autónoma de Guerrero, así como el maestro Miguel Ángel Gallegos Cárdenas, Doctorante en Ciencias Sociales, en el Área Sociedad y Educación, de la Unidad Xochimilco, y profesor- investigador de la SEP.
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