Por: Redacción/
La universidad pública mexicana debe forjar espacios de reflexión e intercambio en la formación de alumnos, quienes no tienen proactividad en los cursos cuando los profesores no encuentran la manera de insertarlos en esta lógica, lo que sitúa al docente en el centro de la problemática.
Este asunto es tema fundamental del libro Los estudiantes mexicanos frente a las reformas universitarias. Un estudio comparado, que propone la capacidad de generar un diálogo y abrir canales de comunicación dialógicos entre los agentes de las instituciones de educación superior, explicó el doctor Javier Rodríguez Lagunas, coordinador de la publicación junto con el doctor Juan Manuel Hernández Vázquez.
El profesor del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa afirmó en la presentación del libro que el trabajo expresa los resultados de investigación de un grupo de académicos de las universidades autónomas Metropolitana, de Nayarit, de Chiapas y de Tlaxcala, a propósito de los cambios y ajustes en los centros educativos del país.
El estudio versa sobre la experiencia de los alumnos frente a los planes de estudio; las dinámicas de la docencia dentro y fuera del aula; las tutorías; el perfil que pueden desarrollar los estudiantes en un mundo laboral globalizado más complejo que el que se tuvo en la otrora institución educativa mexicana, así como en la percepción en juicios, valores, conceptos y prácticas de los universitarios sobre esa condición nueva de la escuela superior.
“Tenemos situaciones en las instituciones públicas mexicanas que debemos atender, el tema es que con los planteamientos de renovación está también la idea de replantear la participación de los jóvenes, quienes antes que estar al margen deben considerar las dinámicas de la universidad actual”, refirió el investigador.
La universidad está obligada a responder ante un escenario laboral muy complicado en el que el egresado va a contender contra ese mundo actual para lo cual debe forjarse una organización capaz de ofrecer al estudiante opciones nuevas y en este punto el papel del docente es fundamental para que los alumnos sean participativos.
El maestro Cándido Silva Peña, profesor de la Universidad Autónoma de Nayarit, expresó que el libro presentado en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara “nos ubica en un contexto situacional pasado-presente que nos da posibilidad de dar una mirada hacia el futuro y las situaciones psicosociales y socioeconómicas sobre las cuales se sustentan estos cambios”.
La participación estudiantil sigue siendo limitada y el esfuerzo que hacen es el mínimo para poder acreditar una materia, sin embargo, ante las tendencias globales de competitividad el alumno no puede limitarse sólo a eso, sino que debe desafiar el conocimiento del docente y evitar que se convierta en un facilitador pasivo que repita contenidos sin actualizar.
Por ello es de destacar el cuestionamiento sobre lo que está haciendo el mentor para que el joven sea mucho más competitivo, y vislumbrar lo que él está pensando, cómo se asume, cómo se percibe y cómo considera al docente.
El doctor José Salvador Zepeda López, catedrático de la referida institución, recuperó el conjunto de preguntas que subyace en las investigaciones publicadas en este libro relacionadas con el papel que jugaron los universitarios en los procesos de cambio, la base que explica el asentimiento tácito de los ajustes en el funcionamiento de los centros de educación superior, la manera en que participan en el proceso de reformas y el tipo de actividad que mantienen.
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