• Se debe considerar independencia de mecanismos de votación, protocolos de seguridad informática, entre otros aspectos, señaló la comisionada Claudia Zavala

Por: Redacción/

En el marco del segundo día de actividades del Foro “Voto Electrónico: posibilidades y desafíos para su instrumentación en México”, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), especialistas analizaron las vertientes de seguridad informática y de legislación de esta modalidad del sufragio y coincidieron en que el mayor reto que enfrenta es la confianza ciudadana.

Al presentar la sesión 2 del foro, dedicada al Voto electrónico y seguridad informática, la Consejera Claudia Zavala explicó que el objetivo de esta sesión es compartir el análisis y las reflexiones sobre los aspectos que deben considerarse para su instrumentación desde la perspectiva de la seguridad informática.

Estos aspectos “consideran la independencia de los mecanismos de votación electrónica, las características de los potenciales protocolos de seguridad informática para las herramientas vinculadas con la votación electrónica, los requerimientos de actualización para fortalecer la seguridad del software y del hardware y los mecanismos de auditoría de los sistemas informáticos”, subrayó Zavala ante académicos y funcionarios electorales especializados en la materia.

Este segundo panel fue integrado por el Profesor de la Universidad Panamericana campus Guadalajara, José Reynoso Núñez; el Profesor de la Universidad Rovira i Virgili, Jordi Barrat; el Coordinador General de la Unidad de Servicios de Informática del INE, Jorge Torres Antuñano; el Responsable de Seguridad Informática del Tribunal Electoral de Panamá (TE), Carlos Ramón Guevara y el Catedrático de las universidades Iberoamericana y Panamericana, Ricardo Andrés Cacho García.

Precondición de voto electrónico es la confianza

El doctor en Ciencia Política por la Universidad de Heidelberg, José Reynoso, estructuró su exposición en tres partes. Primero, la paradoja del voto electrónico; segundo, el debate en México y la importancia de la comparación y, tercero, tres desafíos: tecnología, confianza y cultura política.

La paradoja consiste, detalló, en que a pesar de que el voto electrónico es una realidad en los regímenes democráticos, “no se ha logrado materializar empíricamente”. Reynoso consideró que en México “el debate dominante sobre el voto electrónico se ha basado en suposiciones y no en evidencia empírica comparada, de ahí la gran relevancia del presente foro”. Respecto a los desafíos para la implementación del voto electrónico en México, recalcó, “debe considerar si la desconfianza en que se basa todo el régimen electoral mexicano, es propicia para la implementación del voto electrónico, cuya precondición debe ser la confianza”.

Voto electrónico debe ser seguro y percibido como seguro por los votantes

El Profesor de Derecho Constitucional, Jordi Barrat, argumentó que el voto electrónico únicamente será aceptable si es seguro y robusto informáticamente, “pero ¿es suficiente con eso? La respuesta es no. Es decir, debe ser seguro y percibido como seguro por los ciudadanos, por los votantes”.

Para lograr lo anterior, sostuvo, son necesarios mecanismos de supervisión y de control ciudadano. “La respuesta no puede ser que es necesario impulsar una carrera de Ingeniería informática para entender la seguridad del sistema; sino que tenemos que buscar algunos medios, algunos mecanismos, para que un ciudadano sin esos conocimientos pueda aceptar como seguro, como confiable ese sistema”, dijo.

Necesario análisis de riesgo, retomar recomendaciones y transparencia

A continuación, el Coordinador de la Unidad de Servicios de Informática del INE, Jorge Torres, precisó que el voto electrónico es seguro siempre y cuando “se realice un análisis exhaustivo de riesgos; se tomen en cuenta las recomendaciones y, en su caso, los estándares nacionales, regionales e internacionales; se implementen las mejores prácticas a nivel internacional; se realicen auditorías por terceros con experiencia, capacidad técnica y reconocimiento público y se haga transparente el proceso de implementación y operación a los actores políticos y a la ciudadanía”.

A pesar de no existir estándares internacionales en la materia, Torres retomó las recomendaciones del Consejo de Europa de 2017 que refieren el sufragio universal, equitativo, libre y secreto, así como los requerimientos normativos y organizacionales, la transparencia y la observación, la responsabilidad y cumplimiento de normas y principios, así como la confiabilidad y seguridad del sistema, como una guía en la implementación de esquemas de votación electrónica.

Comparten requerimientos de seguridad de voto electrónico en Panamá

Por su parte, el Responsable de Seguridad Informática del TE, Carlos Ramón Guevara, compartió la experiencia de la implementación del voto electrónico y por Internet en Panamá desde 2010.

Entre los requerimientos de seguridad en ese proceso, enlistó la seguridad de la información en descanso, la seguridad periférica, la garantía de emisión de un voto por persona, la garantía de la integridad y la anonimidad del voto, la seguridad en el proceso de escrutinio y las auditorías postelectorales. Entre otros mecanismos de transparencia, Guevara mencionó la revisión y liberación del código fuente para su consulta, así como presentaciones públicas a la ciudadanía.

Destacan importancia del blockchain para implementación de voto electrónico

El maestro de Derecho Ricardo Andrés Cacho centró su intervención en el blockchain y su relación con el voto electrónico. “El blockchain es un sistema descentralizado, inmutable, inalterable, infalsificable, transparente, digital y público”. Además, destacó su principal característica de “que nadie puede intervenir en su adecuado funcionamiento”, es decir, que prescinde de los intermediarios a través de la descentralización. Esto garantiza que cada voto que se guarde en el blockchain sea inalterable “y el contrato inteligente que esté dispuesto suma todos los votos y nos da el resultado final, automático, que nadie puede cambiar”.

La descentralización del blockchain, apuntó, funciona “a través de una democratización”, es decir, su concepción se basa en la democracia. “¿Por qué? Porque son miles de computadoras dispersas en todo el mundo las que validan cada operación que se hace y que, por lo tanto, lo vuelven inalterable o inmutable, porque es democrático, nadie lo controla, todos votan por la validez de cada operación que se hace en el blockchain”.

Necesaria legislación robusta para implementar voto electrónico

Al moderar la sesión 3 del Foro, titulada Legislación del voto electrónico, la Consejera Dania Ravel defendió que “para implementar algo tan ambicioso como lo es un sistema de votación electrónica, debe existir una legislación sumamente robusta, pero que además sea ampliamente discutida, consensuada y aprobada con un gran acuerdo político”.

En México, las experiencias de voto electrónico presencial o remoto “han sido conocidas y puestas a prueba con muchísima precaución y cautela, en especial porque desde hace más de 30 años se ha afianzado la confianza en la gran jornada cívica que conocemos, lo cual ha decantado en que el INE tenga niveles de aprobación ciudadana por encima del 70 por ciento”, acentuó.

Para argumentar sobre la legislación en materia de voto electrónico, el INE invitó a la Prosecretaria letrada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de Argentina, Alejandra Lazzaro; al Investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), César Astudillo; al Asesor en Asuntos Electorales de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, Carlos Leyva y a la Presidenta de la Comisión de Reforma Político-Electoral de la Cámara de Diputadas y Diputados de México, Diputada Graciela Sánchez Ortiz.

Voto electrónico debe garantizar secrecía, transparencia y control

En su intervención, Alejandra Lazzaro sustentó que, independientemente del instrumento de votación electrónica que se adopte, “siempre debe estar garantizado el secreto del voto, la transparencia, el control y la auditabilidad del sistema utilizado”. Para garantizar su éxito, también es indispensable la adecuada capacitación “no sólo para la ciudadanía, sino para los fiscales, para las autoridades de mesa y para todos aquellos que intervengan en el proceso”.

“Cualquier legislación debe tener en cuenta esta garantía del secreto del voto, mayor libertad para el ciudadano, es decir, todo un andamiaje jurídico en pos y como meta, el cuidado del voto del ciudadano, la legitimidad, la pureza de ese voto”, dijo la abogada por la Universidad de Buenos Aires y estimó que en este proceso se debe incluir en todo momento a los partidos políticos y también a las universidades.

Legislación detiene voto electrónico

El doctor en Derecho Constitucional, César Astudillo, advirtió que lo que detiene al país en la implementación del voto electrónico es la legislación. “No nos detiene el ímpetu, la capacidad técnica, el conocimiento de las autoridades electorales, sino nos detiene desde 1990 una legislación y justamente para tratar de dar pasos hacia adelante tenemos que poner énfasis en remover los obstáculos” que impiden, normativamente, el avance de las autoridades electorales dentro de la modernidad.

“Yo creo que debemos ir hacia una legislación minimalista, con las bases esenciales y, en consecuencia, si me preguntan ¿quién debe de regular el ejercicio del voto electrónico? No tengo duda en contestar, deben ser las autoridades electorales, las 33: el INE que debe establecer lineamientos para las elecciones que le corresponden -las federales- y a partir de esos lineamientos, que cada una de las instituciones electorales estatales -los OPL- hagan lo conducente”, consideró.

Votación electrónica debe cumplir con seguridad, secrecía y confianza

El Asesor de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, Carlos Leyva, mencionó que la implementación de tecnologías de sistemas de asistencia a los procesos electorales tiene que cumplir con el consenso político, “la seguridad, la verificabilidad o trazabilidad, la secrecía del voto y, adicionalmente, la confianza o la credibilidad en los sistemas de asistencia tecnológica en la implementación de votación electrónica”.

El voto electrónico, enfatizó, no es novedoso. “Llevamos más de 25 años hablando de este tema y nosotros en Colombia lo tenemos en la Constitución política desde el año 2003. Con posteridad, se han proferido por parte del Congreso de la República una serie de normas para poder materializar esa aspiración de tener un voto electrónico que logre agilidad y transparencia en los procesos”, compartió.

Iniciativas de reforma electoral coinciden en impulsar voto electrónico

Por último, la Diputada Graciela Sánchez Ortiz manifestó que las diferentes iniciativas de reforma electoral de distintos grupos parlamentarios coinciden en que “es necesario buscar una nueva modalidad de participación ciudadana y, en este caso, con el voto electrónico”.

Sánchez Ortiz estableció que esta modalidad del voto se debe regular al “reformar el artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y modificar la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales para instrumentar mecanismos electrónicos en los procesos electorales federales”. La transición a procedimientos electorales modernos en donde se utilicen los avances tecnológicos, digitales y electrónicos, añadió, “llevará un proceso de análisis y discusión en sedes parlamentarias y con aportes de la academia o de los propios foros de Parlamento Abierto que se están desarrollando”.