- Este recinto es un lugar en espera de visitantes y, a diferencia de otros sitios, es un importante centro cultural, en especial, para los habitantes del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Por: Redacción/
De los 100 museos de la mujer que existen en el mundo, el de la UNAM es único porque presenta una revisión histórica de la situación de las mujeres, desde la época prehispánica hasta la actualidad; el primero en México en abordar esa temática, y el segundo en Latinoamérica.
Este recinto es un lugar en espera de visitantes y, a diferencia de otros sitios, es un importante centro cultural, en especial, para los habitantes del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Además de hacer visible el quehacer de las mujeres y su contribución a la construcción de la nación, se realizan conferencias, lecturas de poesía, veladas musicales y teatrales, exposiciones de arte, e incluso, se brinda asesoría jurídica y terapia psicológica.
Patricia Galeana Herrera, su directora, expresó: para entender el presente, le hacemos preguntas al pasado, y éste nos da luces para actuar. “Si queremos resolver el problema de la violencia hacia las mujeres, los feminicidios, debemos entender cuál es la raíz histórica y cultural de esa problemática. Ese es el objetivo principal del museo”.
En momentos de polarización, como los actuales, visitar el Museo de la Mujer ayuda a comprender que debemos estar unidos y respetar a la persona humana, independientemente de sus preferencias, ideologías o cualquier otra condición.
En este espacio cultural también se ofrece, de manera gratuita, asesoría jurídica y psicológica con especialistas de la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU), a través de mensajes por redes sociales o pueden escribir a la página museodelamujer.org.mx. Asimismo, trabaja con académicas en otras entidades federativas para promover la creación de otros centros de difusión que recuperen la historia olvidada de las mujeres.
Se cuenta con actividades todos los días. Los visitantes siempre encontrarán algo nuevo, por ejemplo la ampliación del museo y nuevas salas (que se suman a las ocho existentes): una dedicada a las sufragistas y al Frente Único Pro Derechos de la Mujer, y una más a las cuatro olas del feminismo, recientemente inauguradas.
Como parte de esa renovación, además, el Centro de Documentación Clementina Díaz y de Ovando se constituyó en biblioteca; y se cuenta también con un auditorio para exposiciones temporales y actividades culturales.
Alto impacto
América Latina es la región del mundo con menos museos dedicados al tema de la mujer; “vamos a la zaga”. Los dos que existen en Argentina, uno en Buenos Aires y otro en Córdoba, “realmente son salas de exposiciones, sin una muestra permanente ni un guion museográfico”, relató Galeana Herrera.
En Colombia hay otro, en el distrito de Barrancabermeja, “pero es memoria de las mujeres que han luchado por acabar con las guerrillas que azotan a ese país desde hace más de medio siglo”. La mayor parte se refieren a un hecho histórico en particular, como el de las sufragistas en Manchester. Ninguno hace una revisión completa, como el de la UNAM.
Otro numeroso grupo de recintos dedicados al tema, explicó la universitaria, fundamentalmente presentan la obra de artistas. En contraste, la propuesta museográfica en el recinto que fue la Imprenta Universitaria (fundada en 1937) es atractiva.
“Me parece importante que el público sepa lo que mujeres protagonistas han escrito sobre su problemática a lo largo de la historia, entonces hice una selección de textos que, a través de pantallas interactivas, videos, recreaciones en tercera dimensión, forman parte del recorrido histórico”.
Galeana explicó que, durante la emergencia sanitaria, en que las actividades del Museo se realizaron de forma virtual, “tuvimos un alcance de tres millones de usuarios, no sólo del país, sino de Estados Unidos, España y naciones de América Latina, y queremos conservar a este público que hemos ganado”.
De manera presencial, precisó, acuden más jóvenes que personas adultas, y más mujeres que varones. “Vienen de las escuelas: llegan grupos completos, de preparatorias e inclusive de secundarias, así como alumnos de nuestra Universidad que vienen a hacer sus investigaciones y tesis en nuestra biblioteca; también acuden personas mayores, pero en menor medida”.
Museo joven
El proyecto del Museo surgió como una ponencia presentada por Galeana Herrera en un congreso de las Naciones Unidas “cuando se convocó a la presentación de propuestas para enseñar a la ciudadanía el respeto de los derechos humanos”.
Fue aprobada por la Comisión de Género de la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el Senado de la República y Naciones Unidas, “pero nos faltaba una sede y fue gracias a nuestra Universidad Nacional que tuvimos este recinto”. La realización del museo duró aproximadamente 15 años, pero la espera valió la pena porque “ha sido un éxito y la comunidad lo ha hecho suyo”.
En ocasiones las personas no entran a otros museos porque los consideran lugares para los extranjeros, “pero aquí tenemos actividades accesibles como el cine club de género y para diferentes públicos”, detalló.
Galeana recordó que la sala de usos múltiples, al mismo tiempo centro de documentación, era pequeña. Muchas veces “teníamos que poner una televisión en la recepción para que las personas que ya no cabían pudieran escuchar. Ahora se cuenta con un espacio más amigable y amplio”.
Ahora el Centro de Documentación se convirtió en la Biblioteca Clementina Díaz y de Ovando; en la sala de usos múltiples se van a presentar exposiciones temporales como la de esculturas que se exhibe en la actualidad, de Leonora Carrington, junto con pinturas propiedad de la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU), agrupación que participa en el Museo a través de su acervo y sus académicas, quienes imparten talleres, cursos y conferencias de forma gratuita.
Los visitantes pueden disfrutar una amplia colección de obras de arte (como litografías, grabados, acuarelas, óleos, fotografías y esculturas), de diferentes artistas, como Guillermo Ceniceros, Esther González, Sebastián o Glenda Hecksher. “Tenemos mucha obra donada por los propios artistas o sus familiares, como la esposa del Raúl Anguiano, quien donó un óleo; o el hijo de Leonora Carrington, Pablo Weisz, quien entregó al Museo ‘La barca de las grullas’”.
El Museo de la Mujer, ubicado en República de Bolivia 17, Centro Histórico, abre sus puertas de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.
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