Por: Redacción
El Museo de Geología de la UNAM, que tiene entre sus importantes colecciones a la famosa meteorita Allende –con más de cuatro mil 568 millones de años de antigüedad–, fósiles de un mamut, y muestras de los múltiples minerales que hay en el país, celebra este 2016 su 110 aniversario.
En la ceremonia de conmemoración, el rector Enrique Graue Wiechers reconoció la labor del museo en beneficio del estudio geológico y del conocimiento de las ciencias de la Tierra. Asimismo, destacó que éste es un espacio con un gran valor artístico.
“Es un sitio lleno de historia y de arte. Al caminar por sus pasillos queda la impresión de estar en la casa de un anticuario. En sus gavetas hay piezas que provienen del Colegio de Minería y va uno descubriendo pequeños tesoros. Eso es lo más interesante de este museo: que nos sigue sorprendiendo a todos día con día”, aseveró.
La directora del Instituto de Geología (IGL), Elena Centeno García, expuso que en este inmueble están las raíces de todos los mexicanos que trabajan las ciencias de la Tierra, pues en él se albergó al primer instituto de investigación científica de América Latina dedicado a ellas.
Fue también la primera casa del Servicio Geológico Mexicano. Allí trabajaron los geólogos que determinaron en donde perforar el primer pozo petrolero en el país, además de realizarse los primeros estudios con metodología científica para la búsqueda de aguas subterráneas. Asimismo, se elaboró el primer mapa estadístico minero del país.
“Su vocación se transformó y a más de un siglo cumple una función muy importante en la divulgación, difusión y formación de jóvenes y niños como museo interactivo. Los académicos del IGL estamos conscientes de la responsabilidad y el legado histórico de la que somos herederos”, expuso Centeno.
En su oportunidad, el secretario de Energía federal, Pedro Joaquín Coldwell, expuso que en las más de 10 mil piezas que resguarda el museo se ve reflejada la evolución de la materia y energía. Además, recordó que en 1900 se inició la construcción del inmueble y fue inaugurado en 1906, con motivo del X Congreso Geológico Internacional.
En 1929 pasó a depender de la Universidad Nacional, como IGL, y en 1956, cuando se mudó a sus nuevas instalaciones en Ciudad Universitaria, el histórico recinto se convirtió en museo.
“Desde el principio este edificio tuvo una visión y un propósito: ser el hogar de los estudios e investigaciones propios de la geología y por ello dispuso de espacios para laboratorio, salas de exhibición, oficinas y biblioteca. La trayectoria de esta gran institución ha sido siempre ascendente y tuvo una importante derivación hacia el aprovechamiento de los recurso energéticos”, señaló Coldwell.
Como parte de los festejos por los 110 años del museo, también se inauguró el Acervo Histórico de la Geología Mexicana que implicó el rescate de más de 11 mil documentos, tarea realizada por el IGL, en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
Asimismo, se abrieron las exposiciones: “La Tierra y sus grandes eventos” y “Entre la tradición y la innovación”, ésta última enfocada a los 130 años de la actividad de la comunidad geológica en México.
A la celebración por los 110 años del Museo de Geología acudieron el secretario General de la UNAM, Leonrado Lomelí Vanegas; el titular de la Coordinación de la Investigación Científica, William Lee Alardín; el integrante de la Junta de Gobierno, René Asomoza y directores de diversos centros e institutos de investigación de la Universidad.
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