Por: Redacción/
La construcción del muro entre México y Estados Unidos afecta la vida silvestre al eliminar, degradar y fragmentar el hábitat, colocando en entredicho el resultado de miles de años de evolución biológica en la región, todo a causa de la decisión unilateral de un gobierno, advirtió el doctor Rurik List Sánchez, profesor-investigador de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Tras la última glaciación ocurrida hace diez mil años se definieron los ecosistemas que caracterizan esta región y su continuidad ahora está siendo interrumpida, debido a que “hay especies en riesgo: los bisontes, jaguares, berrendos, borregos cimarrones, además de otros mamíferos, reptiles y anfibios que suman 10,506 especies de vertebrados cuyas áreas de distribución quedarán divididas por el muro”.
La problemática se seguirá agravando si este muralla continúa, lo cual ocasionará la extinción local de algunos especímenes, por lo que la comunidad científica emprendió una serie de acciones, entre ellas la difusión de un texto con el fin de reconocer que este tema es relevante para la conservación internacional, en tanto que el gobierno mexicano debería emprender labores que detengan la catástrofe.
El doctor Rurik List resaltó que esto es objeto central del artículo Nature Divided, Scientists United: U.S.-Mexico Border Wall Threatens Biodiversity and Binational Conservation, de su coautoría con varios especialistas de renombre y respaldado con la firma de más de 2,500 científicos de 43 países, que fue publicado el 24 de julio en la revista BioScience y que reclama la evaluación correspondiente de los sitios donde se planea levantar el muro y mitigar los daños que causa.
“Resulta muy díficil trabajar allí a causa del acoso que sufrimos por parte de la patrulla fronteriza, a lo que se suma la violencia que vive México a causa de la lucha contra el narcotráfico, por lo que pedimos que se facilite la investigación”, manifestó en entrevista.
La frontera comprende alrededor de 3,200 kilómetros de los cuales cerca de 1,100 cuentan con barreras que dividen ambos países “para que se pudiera construir tan rápido el congreso estadounidense tuvo que aprobar una exención a la aplicación de las leyes en esa zona, impidiendo que se realice cualquier tipo de estudio sobre impacto ambiental”.
De igual forma quedaron sin funcionar las leyes de la propiedad de la tierra permitiendo construcciones sobre terrenos privados o del gobierno, los estatutos de patrimonio histórico y cultural quedaron también suprimidos, “esto es muy grave porque un estado de derecho en donde esto ocurre sienta un precedente de autocracia”.
La participación del biólogo por la Unidad Iztapalapa de la UAM en la región inició cuando realizó una serie de estudios para su tesis doctoral hace 25 años, un estudio académico centrado en la investigación de la fauna alojada en la zona fronteriza, a partir de lo cual comenzó a tener mayor contacto con colegas estadounidenses, en “un periodo de colaboración productivo, en el que seguí a la manada de bisontes mediante sobrevuelos, la única que se mueve entre los dos países.
“Muchos de los científicos que escribimos o suscribimos el artículo hemos laborado décadas en la conservación en ambos lados de la frontera, por lo que este trabajo y la inversión para la protección de tierras se ha devaluado ya que el muro interrumpe el flujo de los ecosistemas afectando la biodiversidad”, alertó.
Había varias especies que se movían entre los pastizales de Chihuahua y Nuevo México y de Sonora y Arizona, “por ejemplo, desde hace 30 años sigo al lobo mexicano y vimos que individuos reintroducidos en Nuevo México cruzaron a Chihuahua y aquellos reintroducidos en Chihuahua cruzaron a Arizona, lo mismo pasa con los osos, borregos cimarrones, y otros grandes mamíferos debido a la permeabilidad de la frontera a la fauna silvestre”.
A partir de 2007 comenzaron a construirse segmentos del muro fronterizo interrumpiendo el paso natural, “así que me involucré en distintas actividades para evitar el levantamiento”. Este año se hizo una recopilación por una organización no gubernamental de estudios que abordaban los efectos de la barda “para lo cual me invitaron a colaborar ya que requerían de académicos para demostrar los peligros que representa esa construcción para la conservación ambiental”.
De esta manera surgió la propuesta de publicar un artículo junto con investigadores muy reconocidos, con el objetivo de invitar a la comunidad científica internacional a respaldar la iniciativa, ya que la idea de dividir con muros está ocurriendo en otras partes del mundo, como en Israel y Gaza, sentando un mal precedente para la conservación de la naturaleza”, concluyó.
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