Por: Meztli Islas

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) deben enfocarse en reducir la pobreza, la desigualdad, tomar en cuenta la perspectiva de género, incluidos los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo, y los derechos humanos deben ser la pieza angular de todo este marco, consideraron legisladores que participan en la XX Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.

Por parte de la delegación mexicana, el senador Jorge Aréchiga Ávila, del Grupo Parlamentario del PVEM, señaló que los ODS son considerados como parte de una agenda universal para el desarrollo sostenible basada en derechos, donde las personas y el planeta ocupan un lugar central.

“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible van más allá de atender las causas” y uno de los retos es vincularlos armónicamente a los programas sectoriales nacionales, agregó, durante el debate de la mesa denominada “Estado actual del cumplimiento de los Objetivos del Milenio y Perspectivas para la puesta en marcha de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Sobre los Objetivos del Milenio, Aréchiga Ávila dijo que de acuerdo a un informe del Ejecutivo federal, presentado en el 2015, la evaluación de México es positiva, alcanzando un 72.5 por ciento de los indicadores y un 11.8 por ciento con un gran avance, que nos permite lograr el cumplimiento a un corto plazo.

En cuanto a combate a la pobreza extrema, indicó, ésta de alta prioridad para el país y se logro reducir más de la mitad la proporción de la población con ingresos inferiores a la línea internacional de pobreza, que corresponde a 1.25 dólares por persona al día.

“Debe reconocerse a nuestro país en su visión más allá de lo establecido en el Banco Mundial, con la implementación de una medición multidimensional de la pobreza que aborda el fenómeno desde una perspectiva de derechos como son salud, ingreso, alimentación, educación, seguridad social y vivienda”, dijo.

Mencionó que México ha trabajado en temas para el cuidado del medio ambiente y recordó que el Congreso de la Unión aprobó la nueva Ley de Transición Energética, en la cual el reto es la participación mínima de energías limpias en la generación de energía eléctrica, el 25 por ciento para el año 2018, del 30 por ciento para el 2021 y el 35 por ciento para el 2024.

“Con estas acciones los legisladores mexicanos queremos que nuestro país logre la reducción de emisiones esperadas a nivel mundial y con ello sea un agente activo que permita combatir el cambio climático”, dijo.

El senador Jorge Aréchiga señaló que México deberá enfocarse en los próximos años a reducir la pobreza extrema, a atender las consecuencias del cambio climático, la salud y el hambre, pero también las naciones del mundo deben asumir el compromiso de reducir la liberación de gases de efecto invernadero y utilizar energías renovables para un mejor ambiente de todos.

En tanto, la diputada Estefanía Torres Martínez dijo que la agenda 20-30 nace de la confluencia de varios procesos internacionales en los que han intervenido los gobiernos, la academia y la sociedad civil, y el diagnóstico colectivo arroja la necesidad de una agenda ambiciosa y compleja, con respuestas integrales.

Indicó que crecer económicamente no es sinónimo de bienestar para todas las personas. “Nuestro mundo es más rico que hace 25 años, pero nuestra sociedades son más desiguales que nunca, y las más afectadas son las mujeres desde el punto de vista económico, de acceso a derechos y gestión de poder”.

El crecimiento que se ha dado en el mundo –añadió la diputada española– se ha dado a costa de deteriorar el medioambiente, “nuestro modelo de desarrollo es insostenible y nuestros recursos naturales son limitados”.

“La puesta en práctica de esta agenda exige cambios muy profundos en la economía, en la política, en la cultura y en los hábitos de vida, en nuestra relación con la naturaleza”, subrayó.

La legisladora Torres Martínez indicó que el futuro acuerdo debe reducir la desigualdad, pues por ejemplo, México es uno de los países que distribuye de manera desigual la riqueza.

Además, agregó que un elemento clave en la construcción de los ODS son los derechos humanos, “debemos exigir que se consideren un pilar fundamental de este acuerdo.