Por: Redacción 

El Instituto Belisario Domínguez y el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques publicaron el segundo Cuaderno de Investigación “México y Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). Contenidos, implicaciones y consideraciones esenciales”, en el cual se describe “el contenido del TPP y sus potenciales consecuencias económicas para México”.

El TPP se negoció durante un periodo de cinco años; en octubre de 2015 fue firmado por sus doce países miembros: Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam.

El Cuaderno de Investigación señala que el TPP es “uno de los tratados comerciales más vanguardistas, no sólo por el número de actores involucrados, sino por la extensión y alcance de los objetivos perseguidos por él”. Asimismo, sienta las bases de “un nuevo modelo de integración regional”.

El TPP representa “a nivel mundial, cerca del 40 por ciento del PIB, el 25 por ciento del comercio internacional, y alberga el 11.5 por ciento de la población mundial (equivalente a un mercado potencial de más de 800 millones de consumidores)”; aunque, “existen importantes disparidades entre los propios miembros del TPP”. Por ejemplo, en 2015, EE.UU. y Japón representaron tres cuartas partes del PIB de los 12 miembros, en tanto que México representó 7.3 por ciento.

De entrar en vigor, el Banco Mundial estima que las tasas de crecimiento de sus miembros para 2030 “rondarán entre el 0.4 por ciento para Estados Unidos y el 10 por ciento para Vietnam. Para México, esta cifra es 1.4 por ciento”.

“En cuanto a las exportaciones, nuevamente Vietnam resulta el más beneficiado con un crecimiento de hasta 30 por ciento, mientras que, para México, éstas crecerán en 4.7 por ciento, resultando el menos favorecido”, destaca el documento.

El documento señala que existe preocupación sobre una posible pérdida de empleos, incremento en la desigualdad, menor poder de compra y reducción de la demanda agregada, principalmente derivado del “crecimiento de la producción para la exportación frente al decrecimiento de la producción para mercados domésticos”. Sin embargo, “parece haber un consenso sobre que, en términos generales, incrementar la participación en el comercio mundial de los países del TPP, en términos para algunos más modestos que otros, redundará positivamente en el crecimiento económico”.

Con respecto a nuestro país, “existen preocupaciones dentro de algunos de los sectores más sensibles de la economía tales como: la industria ligera, el sector agropecuario y el manufacturero”.

Esto porque, de entrar en vigor el tratado, habría “una posible reducción en la participación de cadenas de valor derivado de la incorporación de nuevos competidores como Vietnam y Malasia”.

Otro reto para el TPP es “la aparente renuncia del presidente Barack Obama a impulsar el proceso de aprobación en el Congreso de Estados Unidos durante los meses que restan de su mandato”.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, “ha advertido que desde el primer día de su administración retirará la firma de Estados Unidos de este instrumento”.

El documento concluye que “frente a estos desafíos, se requiere de dos ejes de acción: una política exterior audaz para con nuestros socios comerciales en las Américas y en Asia-Pacífico […] y la formulación de legislaciones y políticas públicas que permitan a la economía mexicana aprovechar al máximo las oportunidades” del tratado.