Por: Redacción
México ocupa el segundo lugar entre los países donde menos se amamanta, pues sólo el 18 por ciento de sus mujeres lo hace, mientras que en el mundo esta cifra es de 45 por ciento. De ahí la importancia de promover esta práctica a nivel nacional, señalaron María del Carmen Aguirre García y Ana Elena Limón Rojas, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
En conferencia de medios organizada con motivo de la Semana de la Lactancia Materna, las académicas subrayaron la necesidad de fomentarla no sólo por los beneficios a la salud del binomio madre-hijo, sino por el vínculo emocional que se establece entre ambos.
Lo recomendable, indicó Carmen Aguirre, es dar pecho al bebé desde los seis meses hasta los dos años, pues la leche humana ofrece un aporte nutrimental importante, contiene anticuerpos y sustancias activas que favorecen una buena digestión y evitan cólicos.
Además, mediante la lactancia se establece un apego saludable entre la mamá y su pequeño, con lo cual los menores ganan seguridad y capacidad de establecer límites, planteó.
Esta práctica ayuda al útero a regresar a su forma original, aminora las hemorragias, da mayor movilidad de grasa (lo que equivale a más pérdida de peso), reduce riesgos cardiovasculares y disminuye la probabilidad de padecer diabetes tipo II, precisó la académica.
Por ello, resaltó, es necesario promover estrategias a favor de la lactancia, las cuales deben venir tanto de la academia como de los profesionales de la salud y de los centros de trabajo.
Para Limón Rojas, esta actividad debe ser impulsada no sólo durante una semana, sino todos los días. “Hoy, médicos, enfermeras y quienes trabajan en el sector salud hacen poco en el renglón”, advirtió.
En ese sentido, sugirió crear un Plan Nacional de Lactancia Materna que ofrezca mayor información sobre el tema y desmienta mitos como que los corajes, usar antibióticos o los sustos son obstáculos para amamantar. “De hecho, entre más pecho se dé a los bebés, mayor será la producción láctea”, aseveró en la Casa Universitaria del Libro.
Las universitarias consideraron un acierto la existencia de iniciativas que contemplen tiempos para esto, pues hay empresas que permiten que sus empleadas dispongan de lapsos para hacerlo.
Así, las trabajadoras no verán sus deberes laborales como un obstáculo para dedicarse a sus hijos, mientras que los patrones se favorecerán porque los bebés así alimentados se enfermarán menos y sus madres solicitarán menos incapacidades para cuidarlos, concluyeron.
No Comment