Por: Redacción/
La Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria analiza la iniciativa de la diputada Mónica Almeida López (PRD) que busca expedir la Ley General de Fomento Apícola, con el objetivo de impulsar a este sector y colocar a México como un país líder en producción de miel.
La iniciativa, que también es impulsada por diputados de diversas fracciones, refiere que México tiene un área de oportunidad, toda vez que se cuenta con las condiciones naturales idóneas; sin embargo, es preciso un marco jurídico que regule e impulse al sector apícola.
El contenido de la iniciativa establece normas de organización, conservación, reglamentación, promoción, protección, fomento, sanidad, investigación, desarrollo tecnológico, industrialización, así como la cría, explotación, mejoramiento genético y la comercialización de los productos que se pueden obtener de las abejas melíferas.
Además, declara de interés público y actividad prioritaria todas las acciones encaminadas a la producción y la productividad apícola, la protección sanitaria de las abejas y la apicultura, por los beneficios que otorga a la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales a través de la polinización tanto de plantas de la vegetación natural como la cultivada.
El documento sostiene que la industrialización o el uso de tóxicos en la elaboración de plaguicidas y herbicidas ha ocasionado la disminución de las colonias de abejas, lo cual es alarmante ya que, de acuerdo con estudios de Greenpeace, un tercio de la alimentación que consumimos diariamente es producto de la polinización.
La diputada Almeida López recordó que la apicultura posee una amplia tradición en México, desarrollándose principalmente en el Sureste, uno de los primeros exportadores y productores de miel a escala mundial, porque tiene las biodiversidades más amplias del mundo con 12 mil especies de plantas, que son las que le proporcionan las características de calidad (color, sabor y aroma de la miel).
Considera que de fortalecerse este sector se ayudaría a combatir la pobreza, porque permite el progreso del sistema de vida y desarrollo de muchos sectores de la sociedad, incluyendo a vendedores urbanos y rurales, carpinteros que fabrican las colmenas, los sastres que producen los velos, vestimentas protectoras, guantes y todos los que elaboran y venden envases.
Estimó que el valor económico de la polinización en el ámbito mundial es de 153 mil millones de euros, lo que representa 9.5 por ciento del valor de la producción agrícola global para la alimentación humana, de ahí la importancia de su regulación. La iniciativa también se turnó a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para opinión.
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