Por: Jorge Hernández

La Conferencia de París sobre Cambio Climático congrego a más de 40 mil participantes provenientes de 195 naciones, además de observadores, representantes del sector privado y numerosas organizaciones de la sociedad civil.

Este acuerdo representa un hito en la historia del planeta, al comprometer a todos los países a trabajar unidos, de manera ambiciosa, progresiva, equitativa y transparente para mantener la temperatura global por debajo de los 1.5º centígrados.

México desempeñó un papel de liderazgo durante la cumbre, su participación fue reconocida por su ánimo constructivo, facilitador de las negociaciones e impulsor de metas ambiciosas de financiamiento, mitigación y adaptación, a su vez, formó parte del grupo de 90 países que estuvieron a favor de un documento más ambicioso.

En todo momento, nuestro país insistió en la inclusión de un lenguaje a favor de los derechos humanos y equidad de género: para México, frenar el calentamiento global es una forma de reducir la vulnerabilidad social de las comunidades y promover un desarrollo verde e incluyente.

En el marco de esta cumbre, el  Congreso de la Unión en México aprobó la Ley de Transición Energética, la cual favorecerá el desarrollo de energías renovables (eólica, geotérmica, solar), así como la adopción de nuevas tecnologías para hacer más eficiente el transporte y los procesos industriales.