Por: Vicente Flores Hernández

Se llama Dark Energy Spectroscopic Instrument (DESI) y busca descifrar las claves de la energía y materia oscura. Es el proyecto cosmológico más ambicioso en los últimos años, donde México participa, junto con alrededor de 150 científicos de todo el mundo que buscan delimitar el universo inexplorado.

La energía oscura es una forma de materia oscura, que en produce la expansión del universo. La energía oscura puede convertirse en materia oscura cuando es golpeada por partículas bariónicas, conduciendo así a excitaciones como de partículas en algún tipo de campo dinámico, conocido como quintaesencia.

La energía oscura es una forma de materia oscura, que en produce la expansión del universo. La energía oscura puede convertirse en materia oscura cuando es golpeada por partículas bariónicas, conduciendo así a excitaciones como de partículas en algún tipo de campo dinámico, conocido como quintaesencia.

El grupo mexicano que participa en el proyecto consta de ocho investigadores de cuatro instituciones diferentes: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y la Universidad de Guanajuato.

“Con DESI vamos a poder medir una gran cantidad de galaxias, para ello vamos a mapear gran parte del universo y determinar la fuerza de gravedad para probar por primera vez a gran escala la validez de la relatividad general”, declaró el coordinador de DESI-México, Axel de la Macorra Pettersson.

El desarrollo que se presentó en el Instituto de Física de la UNAM está planeado para que en cuatro o cinco años empiece a recabar datos. La construcción ya está en marcha y está ubicada en las instalaciones del telescopio Mayall en Kitt Peak, Arizona.

Dark Energy 2“DESI es un instrumento electroscópico que nos ayudará a determinar las velocidades de las galaxias, eso nos va a dar información muy importante sobre cómo se mueve el universo, nos va a proporcionar datos relevantes sobre la materia oscura y la energía oscura”, explicó Axel de la Macorra.

El investigador del Instituto de Física (IF) detalló que este instrumento tendrá una precisión extraordinaria y sólo tendrá un pequeño margen de error en comparación con los instrumentos que se usan en la actualidad.

“Al telescopio existente en Kitt Peak se le agregará este instrumento que consta de cinco mil fibras ópticas que van tomando miles de fotografías por segundo, por lo que esperamos que en cinco o seis años de operación tengamos un panorama más amplio del universo”, afirmó.

El proyecto pretende mapear decenas de millones de galaxias con el fin de averiguar más sobre las propiedades de la energía y materia oscura que constituyen 96 por ciento del universo conocido. Con el mapeo de la distribución del universo y los movimientos de las galaxias se podrán comprobar las propiedades de la materia y energía oscuras no detectables a simple vista, pero percibidas por sus efectos gravitacionales.

El área que medirá este instrumento será mucho mayor a las medidas con cualquier herramienta en el pasado. “No solo vamos a medir la posición de las galaxias, sino también vamos a determinar la velocidad con que estas se mueven”.

El instrumento tendrá un robot para poder posicionar las fibras ópticas en dirección a la galaxia que se requiera medir, “por lo tanto, va a haber cinco mil fibras apuntando en una dirección a cada instante”.

En este sentido, el investigador de la UNAM comentó que es igual a medir la dirección del viento, “ponemos nubes en el cielo y observamos cómo se mueven, es lo mismo, nuestras nubes son galaxias y el viento es nuestro universo”.

El catedrático de la UNAM explicó que la energía oscura provoca un crecimiento acelerado del universo, pero esto a tiempos muy recientes. “Vemos que la energía oscura actúa como un motor, pero no sabemos cómo funciona”.