Por: Redacción
En la “Mesa de Análisis Electoral y los Efectos de la Elección de Estados Unidos para México”, legisladores y expertos consideraron que la coyuntura actual entre ambos países representa la oportunidad para revisar la política bilateral y determinar cuáles son los intereses de México en su relación con la Unión Americana.
El senador Miguel Ángel Chico Herrera, presidente de la Conferencia Parlamentaria de las Américas (COPA), señaló que “México está viviendo un momento de contrastes en su relación con Estados Unidos, estoy seguro que esta elección, si la sabemos manejar y entender, tendremos beneficios”.
Dijo que la elección del próximo 8 de noviembre es de la mayor importancia para México, “nuestro país se juega su futuro en política exterior, por los mexicanos que viven en Estados Unidos, por las familias que dependen de los compatriotas”.
Añadió que es prioritario que el gobierno mexicano continúe haciendo su mayor esfuerzo para que las relaciones bilaterales transiten por el mejor camino con el nuevo gobierno que se va a conformar en Estados Unidos.
En el marco de esta mesa de análisis, se abordaron tres temas: reforma migratoria, renegociación del Tratado de Libre Comercio y relación bilateral México-Estados Unidos.
La doctora Hazel Blackmore, directora Ejecutiva de Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural (COMEXUS), señaló que el mundo está viendo un nuevo ciclo donde el libre comercio no es lo preferido por las sociedades, como el caso del Brexit o el acuerdo de libre comercio pendiente entre la Unión Europea y Canadá.
Sobre el tema de la posible renegociación del TLCAN, consideró “poco probable” que este acuerdo se modifique, “este tratado tiene tres socios y para una nueva negociación todas partes deben estar de acuerdo. Yo no he escuchado voces ni en Canadá ni México que estén hablando de una renegociación”.
Sobre migración, Gabriela de la Paz Meléndez, directora del Centro de Estudios sobre Norteamérica, explicó que este tema está vinculado con la seguridad nacional y la seguridad interna de Estados Unidos, es decir, no es una cuestión sencilla que en el Congreso de ese país se aprueba una reforma migratoria si no hay primero un reforzamiento de la frontera.
Por su parte, el doctor Arturo Oropeza García, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, refirió que la pretensión de querer deportar a unos 12 millones de indocumentados generaría un problema de productividad para Estados Unidos.
“No olvidemos que de esos 12 millones, el 80 por ciento están dentro de la Población Económicamente Activa (PEA) de Estados Unidos, son personas que están integradas a la economía norteamericana, en la manufactura, en la industria, en los servicios y apenas el 5 y 6 por ciento en la agricultura”, precisó.
Sobre el tema del TLCAN, opinó que este tratado es usado en declaraciones políticas para un público que está ávido que le den amarillismo político-económico. Indicó que el tratado comercial no es de manufactura mexicana, sino estadounidense, por lo que la mayoría de los intereses plasmados en el acuerdo son de ellos.
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