Por: Redacción/
El país debe mejorar el ambiente de negocios en materia comercial y de inversión extranjera con Asía, en particular con Corea, Japón y China, consideraron académicos universitarios.
Alicia Girón, coordinadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África, así como Eduardo Roldán, Juan Felipe López y Carlos Uscanga, miembros asesores de ese programa, señalaron la necesidad de no fincar nuestro desarrollo económico en el Norte.
En ese sentido, Roldán indicó que México está “norteado y desorientado; también debemos mirar al Oriente: Corea es la segunda fuente de inversión de Asia en nuestro país, por lo que es posible firmar un acuerdo bilateral con esa nación. Sin embargo, no hay disposición o voluntad por parte de los empresarios mexicanos de los sectores automotriz, textil y electrodomésticos, que es lo que ha impedido el avance”.
En la conferencia de medios “TLCAN, sexta ronda de negociaciones: oportunidades para México”, el también titular de la Cátedra Fernando Solana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), resaltó que en México operan 180 empresas coreanas, y el comercio total entre ambos países es de más de 17 mil 500 millones de dólares.
“La inversión extranjera directa representa casi seis mil millones de dólares, y en julio de 2016 se estableció un nuevo vuelo que permitirá traer más de 120 mil turistas. Tenemos un enorme potencial y tenemos que diversificar”.
El universitario subrayó que no se debe descartar la relación con Corea ante la incertidumbre que hay a nivel mundial, en concreto entre México y Estados Unidos. “Es necesario retomar la negociación iniciada en 2007-2008 con Corea del Sur para la posible firma de un tratado comercial en cualquiera de sus modalidades: bilaterial, a través de la Alianza del Pacífico o multirregional, que es el TPP 11 (Trans-Pacific Partnership)”.
Al respecto, Alicia Girón indicó que México mantiene desde hace años una relación con naciones asiáticas, en particular con Japón, China y Corea.
A casi 25 años de la firma del TLCAN entre México, Canadá y Estados Unidos, es necesaria su renegociación, pues existen nuevos instrumentos y conexiones dentro de los propios productos que México exporta, “y es importante volver a aclarar las reglas de origen, así como la llamada economía digital, importaciones y exportaciones de carácter agrícola, y toda una serie de cambios que nos dan una economía que no ha crecido por los candados de este acuerdo”, expuso.
En opinión de Juan Felipe López, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), estamos ante una situación de incertidumbre; no obstante, se insiste en diversificar la economía.
“Debemos preguntarnos si en realidad vale la pena un acercamiento con Corea, pues el problema es que exportamos mercancías de bajo contenido tecnológico y bajo valor agregado, así como materias primas semiprocesadas, mientras que importamos, a través de empresas coreanas, componentes, bienes de capital (máquinas y robots) e intermedios que aquí se ensamblan y exportan”.
El reto, prosiguió, es aprovechar la coyuntura no para apresurar acuerdos comerciales o económicos cuyas reglas pueden ser restrictivas, sino para “que el gobierno cumpla un papel de mayor liderazgo en el sector empresarial mexicano a fin de insertarse a estos encadenamientos globales, en donde las empresas coreanas y japonesas tienen un papel significativo”.
Por su parte, Carlos Uscanga, también académico de la FCPyS, consideró importante el momento político que planteó la sexta ronda de negociaciones del TLCAN. “Estoy convencido de que después de esta cuesta hay una alta posibilidad de llegar a un acuerdo, aunque falta revisar una serie de temas sensibles que se han puesto en la mesa, de otra manera hubiera sido impensable llegar a esta etapa”.
Finalmente, indicó que si bien el TPP 11 es ligth, da la entrada a que incluso China pueda ingresar a este acuerdo como una opción. “Ése sería un escenario interesante”.
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