Por: Redacción/
Graciela Casas Torres, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, junto con titulares e integrantes de organizaciones no gubernamentales y asociaciones civiles, hicieron un frente para exigir al Gobierno Federal firmar la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
Y es que en México el despojo patrimonial no es el único abuso que se comete contra este sector poblacional, pero sí el más doloroso, porque es perpetrado por la familia, en la mayoría de los casos por los propios hijos.
En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez, que se conmemora hoy, 15 de junio, Casas Torres, también coordinadora del Centro de Estudios de Trabajo Social en Gerontología (CETSGe) de esta casa de estudios, resaltó que la negligencia, el maltrato psicológico, físico y económico, las restricciones a la libertad y la movilidad, incluso el abuso sexual, son algunas acciones para intimidar, aislar, dominar o controlar a las personas mayores.
Ante la situación, acotó, este mecanismo internacional resulta importante, pues “implica garantizar a los 13 millones de personas mayores en México un marco legal más amplio, que les permita ejercer plenamente sus derechos. Así, cuando un procedimiento legal no alcanza a ser resuelto en instancias nacionales se acude a las internacionales para que puedan hacer recomendaciones a las autoridades y se resuelva”.
Por la Convención
En la búsqueda de la aprobación de la Convención, con el CETSGe colabora el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia. Su titular, Rocío Culebro, argumentó que dicho instrumento legal resguardaría a este sector de la población de abusos, a veces “imperceptibles” o “sutiles”, por parte de la sociedad, de algunos gobiernos y de su propia familia, que los abandona o los ignora.
“La petición de firma ya fue entregada a tres de los cuatro aspirantes a la Presidencia, con argumentos respaldados desde la academia, pues es una problemática demográfica que en 2050 tendrá su pico, con más de dos mil millones de personas mayores en el mundo”, subrayó.
En su oportunidad, Patricia Rebolledo, presidenta de la Red de Adultos Mayores de la Alianza de Organizaciones para Personas Mayores AC, comentó que la importancia de signar la Convención es porque se trata de un documento vinculante, que establecerá obligaciones en pro del trato adecuado a este sector poblacional, y lo reforzará como sujeto de derecho.
Otras acciones
Casas Torres, con más de tres décadas dedicada al tema, indicó que el CETSGe, con dos años de funcionamiento, se aboca a fortalecer de manera interna y externa los procesos de formación y de ejercicio social vinculados con la docencia, investigación, extensión y atención a las personas mayores.
Se mantienen proyectos conjuntos con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y el Hospital General de México, para el diagnóstico y prevención de la fragilidad de las personas mayores, a través del uso de tecnología.
Asimismo, se labora con el Instituto Nacional de Geriatría, en donde el CETSGe es parte del comité técnico, para la formación de profesionales especializados.
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