Por: Redacción/
La impunidad y la falta de respeto a la división de los poderes son algunos temas no resueltos desde la Revolución Mexicana, sostuvo el doctor Francisco Rodríguez Garza, profesor-investigador de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El académico del Departamento de Economía ponderó que tal situación se refleja en la reciente destitución de Santiago Nieto, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade), así como en la renuncia de Raúl Cervantes Andrade a la fiscalía general de la República, demostrando que en México la justicia se politiza y es desigual.
El libro A la Sombra de un Caudillo. Vida y muerte del general Francisco Serrano, del doctor Pedro Castro Martínez, académico del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la Casa abierta al tiempo, fue presentado durante la conmemoración del 90 aniversario de la matanza de Huitzilac, Morelos, donde Serrano fue asesinado junto con un grupo de generales y oficiales leales.
Rodríguez Garza dijo que mientras la nación carece de un poder judicial fuerte y el legislativo está secuestrado por los intereses de los partidos políticos, la presidencia, si no presenta un escenario de Estado fallido, se mantiene en contra de la ley.
“Las reformas estructurales emprendidas durante el presente sexenio se perdieron por el narcotráfico, la corrupción y la impunidad que limitan las posibilidades de vivir en una territorio con justicia y donde la Constitución sea el marco que rija la convivencia de la vida cotidiana”.
Ante el actual escenario, consideró oportuno recordar a figuras como el general Serrano, opositor a la reelección de Álvaro Obregón, pues representaba un retroceso histórico que imposibilitaría el desarrollo de las instituciones y la convivencia democrática.
En su proyecto de nación impulsó ideales democráticos y de justicia de una nación con instituciones sólidas y respetuosas de la separación de poderes, con ideales revolucionarios basados en la educación, el libre culto y la libertad de pensamiento e ideas, así como la construcción de poderes independientes a los caprichos caudillistas.
En lo económico sostenía la convivencia entre el capital y el trabajo como factores de la producción indispensables para generar progreso y en la repartición de la tierra como un factor para que los pequeños propietarios incrementaran el desarrollo y la productividad.
El asesinato del general Serrano fue un crimen de estado orquestado desde la impunidad del gobierno, bajo la presidencia de Plutarco Elías Calles y las supuestas órdenes del caudillo Álvaro Obregón.
El doctor en historia calificó al general Serrano como un hombre leal hacia los grandes temas y demandas de la revolución, con el carácter y personalidad para afrontar a los grandes jefes revolucionarios, como Francisco Villa y Emiliano Zapata, quienes lo colocaron como uno de los destacados estregas del grupo Sonora, al lado de Obregón.
Rodríguez Garza estimó que no hay un historiador que ofrezca un compendio o una síntesis creativa en torno al movimiento revolucionario, que en voz de algunos analistas resultó una sublevación con varias revoluciones protagonizadas por el grupo Sonora, el villismo y zapatismo, pues se carece de otra visión que recoja los planteamientos de las fracciones que perdieron en la lucha por el poder y han sido escasamente estudiadas.
El maestro Lucino Gutiérrez Herrera, profesor-investigador del Departamento de Economía, manifestó que A la Sombra de un Caudillo. Vida y muerte del general Francisco Serrano sobresale por buscar verdades en el tiempo donde existen adjetivos históricos u omisiones para glorificar la historia de los héroes nacionales.
El docente de la Unidad Azcapotzalco ponderó que evaluar la disidencia en la historia de México permite construir una imagen de conflicto para las diferentes etapas que ratifican que los que ganaron no siempre tuvieron la razón, además de que hace posible edificar una interpretación historiográfica que confronte las verdades oficiales.
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