Por: Redacción
México enfrenta un proceso acelerado de construcción de metrópolis en el que la ciudad –en general inscrita y gobernada como un municipio– rebasa sus límites para involucrarse en dos o más entidades, afirmó el doctor René Coulomb Bosc, investigador de la Maestría en Planeación y Políticas Metropolitanas de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante su participación en el Foro: La elección de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Sustentabilidad metropolitana y participación ciudadana, el especialista explicó que se trata de un fenómeno problemático en términos de gobernanza, pues son distintas las autoridades implicadas en las problemáticas que atañen a varios municipios.
Dicho proceso es relevante porque en las 59 zonas metropolitanas de México vive 57 por ciento de la población del país, de acuerdo con datos de 2010, “pero es posible que sumen 64 zonas metropolitanas y 65 por ciento, casi las dos terceras partes de la población viviendo en ellas”.
El académico agregó que a partir de las contingencias medioambientales que se han registrado este año en el área, se ha hecho común hablar de la “megalópolis”, pero es un concepto confuso que involucra la zona metropolitana del Valle de México, así como las de Toluca, Cuernavaca-Cuautla, Puebla-Tlaxcala y, en el estado de Hidalgo, la de Pachuca.
Entonces la megalópolis comprende seis entidades federativas, sin embargo, no está previsto que deban ponerse de acuerdo para enfrentar sus problemas. “Recientemente vimos cómo un gobernador le dijo a otro: ‘deja de mandarme tus imecas’ y al día siguiente el otro le contestó: ‘pues quédate con tu basura’”.
Coulomb Bosc reconoció que el concepto de zona metropolitana está incluido en la reforma constitucional decretada en enero de 2016, pero en la Ley General de Asentamientos Humanos, todavía no aparece una definición de metrópoli.
En ese sentido consideró necesario convertir lo que es una realidad burocrática, pues hay comisiones en diversos temas, “en algo que sería un proyecto político” y un desafío que debe enfrentarse ahora que se discute la redacción de la Constitución de la Ciudad de México.
El investigador recordó que en 1983 hubo una reforma importante del municipio que le dio atribuciones en dos materias: la planeación y el ordenamiento de su territorio, pero también la administración de los servicios urbanos.
Esa reforma no tomó en cuenta la realidad metropolitana, lo que significa que “el escenario posible es que estamos en una balcanización”, aseveró.
Si en la zona metropolitana hay 16 delegaciones y 59 municipios del Estado de México, entonces son 59 municipios con la autoridad de pensar la realidad de su territorio en forma autónoma.
La reforma municipal no prevé qué hacer en caso de que dos entidades compartan la misma realidad urbana, advirtió.
El investigador habló de una propuesta que desde hace varios años han planteado los especialistas, denominándola “un cuarto nivel de gobierno”, pues los problemas de las metrópolis no se resuelven dentro del federalismo y sus tres niveles de gestión.
Ese cuarto nivel se situaría por encima de los municipios involucrados y por debajo de una entidad federativa. Tal iniciativa implicaría una reforma constitucional y si bien se ha ventilado desde hace tiempo, no ha prosperado la idea.
El Profesor Distinguido de la UAM sostuvo que aparece la necesidad de distinguir entre gobierno y gobernabilidad. Y si bien “no tenemos un gobierno para esta realidad podemos empezar a discutir si hay posibilidad de generar herramientas que faciliten la gobernabilidad de dicha realidad”, subrayó.
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