Por: Redacción/
Pese a que el sistema público de salud en México resulta insuficiente para cubrir la creciente demanda de atención médica, y que además la mayoría de la población no puede recurrir a médicos privados debido a los altos costos, a la medicina tradicional y alternativa no se le ha otorgado el reconocimiento ni un rango similar a la medicina alópata, y ya es tiempo de que eso ocurra.
Así lo manifestó el diputado Roberto Cañedo Jiménez, quien atribuyó esa negativa a la competencia que representarían estas formas de tratamiento para la poderosa industria farmacéutica transnacional en nuestro país.
Ello, agregó, es lamentable porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya reconoció que en diversas regiones del mundo se ha emprendido una búsqueda de atención a la salud a través de la medicina alternativa, lo que hace necesario que los gobiernos desarrollen una política nacional a favor de su reconocimiento y regulación.
Derivado de esa situación, presentó el pasado 29 de noviembre, ante el pleno de la Cámara de Diputados, una iniciativa de reformas a los Artículos 6 y 93 de la Ley General de Salud para insertar el término de “medicina alternativa y complementaria”, y con ello sentar las bases para su inclusión en el sistema nacional de atención, en razón de su accesibilidad y asequibilidad.
El legislador federal de Morena señaló que su propuesta tiene como objetivo regular, operar y generar investigaciones sobre prácticas médicas alternativas y complementarias, cuya demanda se encuentre extendida entre la población. De la misma manera, agregó, también se busca reconocer, respetar y promover el desarrollo de la medicina tradicional indígena.
Cañedo Jiménez apuntó que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en México existen alrededor de 120 métodos de medicina alternativa, de los cuales sólo la homeopatía, acupuntura, medicina tradicional indígena, la herbolaria y la quiropraxia han sido validados con un marco legal. Con esto, dijo, se puede concluir que es innegable el poco impulso a esos métodos alternos a la medicina convencional.
“Más de 30 millones de mexicanos, según la Encuesta Nacional de Salud 2012, manifestaron no tener ningún tipo de protección institucional o de programas de seguridad social, mientras que en Estados Unidos el reconocimiento de la medicina complementaria y alternativa ha permitido que el 38 por ciento de los adultos en aquel país recurran a ella, desde finales del siglo pasado”, subrayó.
La iniciativa de reformas a los Artículos 6y 93 de la Ley General de Salud fue turnada a la Comisión de Salud para su dictamen.
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