Por: Redacción

La secretaria de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, Brenda Borunda Espinoza (PRI), señaló que se debe impulsar mayor participación de las mujeres en la creación de instrumentos jurídicos y materiales que impidan las desventajas y los actos discriminatorios en contra de su dignidad.

La también integrante del Comité del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) mencionó que sólo con capacitación se generarán las condiciones que permitan proteger los derechos humanos e institucionalizar, en particular, la paridad entre mujeres y hombres.

Durante las conferencias “Rompiendo el techo de cristal” y “El privilegio de ser mujer”, organizadas por el CEAMEG en el marco del Día Internacional de la Mujer, la legisladora subrayó que el objetivo es promover la nueva cultura por el empoderamiento de la población femenina.

Precisó que a la par de crear herramientas teóricas y prácticas para establecer la igualdad de género en la vida institucional, se debe continuar con el mejoramiento y el desarrollo de estrategias que promuevan ambientes laborales libres de violencia y discriminación.

“Es tiempo de hacer equipo, de colaborar de la mano, de crecer como sociedad; es tiempo de erradicar la desigualdad y lograr una equidad donde las oportunidades entre hombres y mujeres sean iguales. Cumplamos cabalmente con la Constitución y hagamos de esta una realidad y trabajemos por las causas justas”, expresó.

Recordó que el debate en torno a la igualdad entre los hombres y las mujeres surgió desde las primeras décadas del siglo XX, años que fueron testigos de las luchas y los esfuerzos de la sociedad, las organizaciones civiles y los organismos internacionales en pro del reconocimiento del sector femenino.

Borunda Espinoza puntualizó que en el marco internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer se reconocen los derechos humanos de las mismas, se vincula a los Estados para su cumplimiento, y se define la igualdad y cómo lograrla.

En el caso de México, refirió que la Constitución reconoce los derechos humanos, concede las garantías para su cumplimiento y estipula el deber de todas las autoridades de actuar de manera progresiva en favor de ellos, y en particular los de las mujeres, a fin de lograr la equidad de género.

El Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género es un aliado en el trabajo y proyecto de empoderamiento de las mujeres, indicó su directora general, Adriana Gabriela Ceballos Hernández.

Aseguró que el mensaje de las ponentes en este evento será una oportunidad para responder los cuestionamientos “de cada una de nosotras”.

Adriana Alvarado Páramo, directora de la Sociedad Incorporada AC, señaló que para erradicar la discriminación y la desigualdad de género es necesario que las mujeres inculquen a sus hijos valores como el respeto y la igualdad de género, pues esto permitiría combatir los problemas de violencia, trata de personas y feminicidios.

Durante su conferencia “Rompiendo el techo de cristal”, expuso que a las mujeres se les trata como minoría, a pesar de que representan el 52 por ciento de la población; si bien es cierto que en la actualidad las políticas públicas fomentan la inclusión del género femenino, aún falta camino por recorrer.

Apuntó que para romper cualquier techo de cristal, las mujeres deben realizar un cambio de paradigmas que les permita adoptar aptitudes y mecanismos que generen el cambio desde lo personal, lo cual podrá ser reflejado en la sociedad.

“Tenemos que ser aliadas y dejar de vernos como competencia, además de promover una hermandad por y para las mujeres y con ello, ser agentes de cambio para el país”.

Enfatizó que a las mujeres les faltan heroínas, “son pocos los personajes femeninos que son valorados”; por ello, es fundamental promover en las nuevas generaciones el respeto a la igualdad.

Con el tema “El privilegio de ser mujer”, la escritora, conferencista y agente capacitador externo, Adriana Páramo Moguel, sostuvo que actualmente las mujeres continúan padeciendo violencia doméstica y ganan la mitad de lo que percibe un hombre, particularmente en Latinoamérica.

De lo que se trata, comentó, es generar un verdadero cambio de creencias y paradigmas, porque la situación cultural que traemos desde niñas en muchos hogares es de violencia doméstica.