Por: Redacción/
Luego de que el Pleno de San Lázaro aprobara la eliminación del fuero, pero el Senado de la República detuviera el trámite, el diputado Francisco Martínez Neri, coordinador del GPPRD, sostuvo que “estamos frente a una hipocresía que ofende a la Cámara de Diputados y al pueblo de México. ¿De qué sirve una iniciativa que supuestamente asume el reclamo social?, ¿para qué aplaudir su aprobación en esta Cámara, si el gobierno y el PRI congelaron el proyecto en el Senado?, ¿dónde quedó la alaraca del candidato Meade que incluso pretendió indebidamente arrogarse la autoría de esta reforma? Esta es una simulación inadmisible”.
Al fijar el posicionamiento de su grupo parlamentario, en el marco del cierre del segundo periodo ordinario del tercer año de ejercicio de la LXIII Legislatura, el parlamentario argumentó que la Mesa Directiva de la Cámara debe fijar postura en defensa del esfuerzo de los legisladores que aprobaron la modificación, y de todos los mexicanos que demandan el fin de los privilegios; pues si se tolera esta maniobra será cómplice de ella al manchar el fin de la legislatura con engaños a la sociedad.
Desde la tribuna, el diputado oaxaqueño dijo: “al culminar los trabajos ordinarios de la LXIII Legislatura debemos reflexionar sobre nuestros logros y nuestros pendientes, pero con miras más altas; debemos realizar un balance de lo que representó esta Cámara de Diputados ante la historia. Se legisló en temas importantes, es cierto; pero no se logró la transformación democrática y profunda que reclama nuestra sociedad”.
Martínez Neri subrayó que uno de los grandes retos nacionales es disminuir la gran distancia entre los que acumulan riqueza -incluso a través de actos de corrupción- mientras que la mayoría de los mexicanos todavía vive en la pobreza, sufre inseguridad e injusticia.
“El Congreso y quienes participamos en la política nacional, todavía le debemos a los ciudadanos un marco que permita que la sociedad crezca y se fortalezca; que las familias vivan con seguridad, que haya justicia y que los ciudadanos hagan realidad sus derechos, empezando por el elemental de no pasar hambre”, abundó el legislador.
Como logros importantes del Congreso –en virtud de que se privilegió la construcción de consensos- Martínez Neri enumeró temas de derechos humanos, como la emisión de la Ley General en materia de desaparición forzada, para el combate a la tortura y la derogación del arraigo; el establecimiento de las Zonas Económicas Especiales para atraer inversión a regiones menos desarrolladas del país, la regulación a la deuda de los estados, las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), la protección de datos personales; la participación del Congreso en la elaboración de la primera Constitución de la Ciudad de México y la expedición de la Ley General de Cultura.
A propósito del SNA, el coordinador parlamentario recordó que el Senado ha postergado los nombramientos de los fiscales, general y anticorrupción, por razones políticas.
El dirigente de los legisladores del Sol Azteca señaló que el poder de las televisoras y su vínculo con los intereses del gobierno, impusieron una contrareforma en telecomunicaciones que no protegió a las audiciencias; sino que debilitó los controles del órgano regulador. En consonancia con lo anterior, la Ley General de Comunicación Social se constituyó en una afrenta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), porque –nuevamente- permitió la discrecionalidad, al tolerar la publicidad oficial como mecanismo de control político.
Respecto a la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, sostuvo que implicó un retroceso en el fortalecimiento del mando civil y abrió las puertas a la vulneración de los derechos humanos; por lo que se debe mantener la lucha en el plano jurídico e insistir en reorientar la seguridad, atendiendo a las convenciones internacionales.
También criticó que haya habido temas en los que la mayoría y sus aliados, privilegiaron su agenda y acuerdos políticos, lo que generó resultados infructuosos y desgaste, como el intento de privatizar las pensiones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y la “vanal” discusión respecto a los delfines.
“No hay lugar para una mayoría que pretenda obstaculizar lo que no es de su gusto. En una sociedad plual, ni ahora ni nunca, nadie debe actuar como dueño del Congreso. En la democracia es fundamental la voluntad política para dialogar, que es la escencia de un parlamento. Esa es la política que requiere el país y a la que siempre hay que contribuir, independientemente de la identidad partidaria de cada quien. Tenemos el reto de ir más allá, ante una esperanza que se abre y que nos convoca a luchar. Nunca hemos estado más cerca de un cambio sustantivo y de encontrar el verdadero camino”, concluyó.
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