Por: Redacción/
En los últimos trescientos años la población global se multiplicó por diez, pudiendo alcanzar los 11 mil millones de individuos hacia el final del presente siglo y, de mantenerse los esquemas actuales de consumo, la Tierra quedaría desbordada, como evidencia la sexta etapa de extinción en curso de las especies animales de vertebrados, un proceso detonado hace pocas décadas, en contraste con los miles de años que un cambio de esta índole implicaba, alertó la maestra Julia Carabias Lillo.
En la Sala Cuicacalli de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expuso que una perspectiva medioambiental es indispensable para cambiar las dinámicas de deterioro del entorno natural y construir diálogos en común que se traduzcan en el quehacer de la política pública nacional e internacional.
Al impartir la ponencia Desarrollo sustentable en México: oportunidades y limitantes –como parte de las Conferencias Magistrales Metropolitanas organizadas por el 45 aniversario de esta casa de estudios– aseguró que en los últimos 50 años la humanidad ha impactado el capital biológico del planeta, cuyo detrimento obstaculiza el desarrollo, sobre todo de las generaciones futuras.
Sin embargo, “la juventud no debiera mostrar desinterés o sentimientos fatalistas, ya que el universo no se va a acabar: lo único que va a suceder es que se complicará mucho más la obtención de energía, agua, minerales y demás materiales que nos aporta la naturaleza”.
Carabias Lillo lamentó que “estamos gastando más de nuestros bienes de lo que se puede sostener y la ruta de desarrollo ejecutada hasta el momento no nos ha llevado a mejorar la calidad de vida, por lo que la inestabilidad de los sistemas económicos, la desigualdad y las crisis ambientales están siendo los principales temas a resolver en la agenda global”.
Desde las ciencias naturales y exactas se ha intensificado el intercambio con los tomadores de decisiones para alertar sobre la condición de los ecosistemas en todas las regiones del mundo, por causa del alto crecimiento poblacional, los desenfrenados patrones de consumo y el uso de tecnologías inadecuadas que no respetan los principios ecológicos ni incorporan la sustentabilidad a la producción, sino que sólo actúan en favor de intereses.
“La población en los últimos tres siglos se ha multiplicado por diez y seguirá aumentando, especulándose que hacia el final del presente siglo seremos cerca de 11 mil millones de individuos y, si seguimos con los esquemas actuales de consumo, la Tierra quedará desbordada”.
En las selvas tropicales es donde más rápidamente se están reportando los casos más preocupantes de deterioro, ya que allí se localiza 70 por ciento de toda la expresión de vida, colocada sobre todo en las áreas del Trópico, a lo que se suma el desvío de ríos por construcción de presas que a pesar de generar energías limpias está alterando el hábitat marino y más de la mitad del agua dulce accesible está ya siendo utilizada.
Las especies animales de vertebrados han entrado en una sexta etapa de extinción, cuyo comienzo ocurrió en las últimas cuatro décadas y “antes esos cambios ocurrían en etapas que comprendían miles de años, pero esta vez suceden en décadas, es decir, entre cien y mil veces más rápido debido a la transformación del uso de suelo”.
En el mundo hay declaradas zonas muertas de biodiversidad, por ejemplo el Golfo de México, por el arrastre de fertilizantes del río Mississippi o las muy difundidas islas de basura en los océanos, donde se han acumulado plásticos y microplásticos, ocasionando efectos nocivos para la vida marina.
“Somos los humanos una especie de cerca de las 30 millones que están generando esas transformaciones y un fuerte desequilibrio, y quienes seremos los principales afectados porque hemos evolucionado en rangos muy limitados, a pesar de las invenciones tecnologías”, alertó.
México, uno de los países más ricos en recursos naturales, “requiere de una nueva generación de políticas públicas que incluya la interacción de todas las problemáticas a las cuales nos tenemos que enfrentar, ya que no se trata sólo de un asunto sectorial, sino de uno mucho más complejo que sólo se podrá resolver con el conocimiento científico”.
En esa tarea, las universidades juegan un papel clave, pero aún deben convertirse en una organización social porque están desdibujadas, ubicándose fuera de los planes del desarrollo social del país, además de que “falta mucha más energía por parte de los jóvenes, ya que hay buena perspectiva para el desarrollo, pero depende de nuestras siguientes acciones y, desafortunadamente, esto es algo que no queda claro con la nueva administración federal”, concluyó.
El doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de esta casa de estudios, agradeció la visita a la universidad de una de las personalidades más influyentes de la sociedad vinculada con el desarrollo sustentable del mundo, quien a lo largo de su trayectoria ha ocupado importantes puestos en beneficio de la sociedad y su entorno, “la universidad como institución social tiene la vocación de fungir como espacio abierto a las ciencias, las artes y las humanidades, y busca generar reflexiones que nos acerquen a un mejor juicio”.
“Julia Carabias es una de las mujeres mexicanas de ciencia que ha trascendido convirtiéndose en una autoridad internacional en temas ambientales, entre ellos la ecología, el manejo de recursos naturales, la restauración ambiental y la conservación de ecosistemas; es una de la biólogas más sobresalientes de este país que ha centrado su trabajo en la generación de conocimiento, la preservación y la gestión de la biodiversidad”.
Al presentarla, el doctor Adrián Fernández Bremauntz resaltó que la conferenciante “es un ejemplo de alguien que ha trabajado por la naturaleza. Desde muy joven, por convicción, se dedicó a vincular lo ambiental con los aspectos sociales, eso ha sido una constante en su vida como docente en las aulas, incluso cuando fue titular en la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat) y, en particular, por su dedicación especial a cuidar la selva lacandona mexicana”.
A la charla acudieron los doctores Rodrigo Díaz Cruz, rector de la citada sede universitaria, y José Antonio De los Reyes Heredia, secretario general, así como alumnos y profesores. La próxima conferencia magistral estará a cargo del historiador Lorenzo Meyer Cossío y será ofrecida el próximo miércoles 7 de noviembre en la Unidad Xochimilco de la UAM.
El ciclo responde a una iniciativa de la Rectoría General de la UAM, que tiene el propósito de alentar la reflexión sobre asuntos socialmente relevantes, con un programa que incluya a destacados pensadores mexicanos. En un formato itinerante ha recorrido recintos de las unidades Azcapotzalco, Xochimilco, Cuajimalpa e Iztapalapa.
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