Por: Redacción
El rector de la UNAM, Enrique Graue, aseguró que esta casa de estudios respaldará mayor apoyo a la investigación, la ciencia y la innovación de nuestro país, pues expuso que los recortes planteados al presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para el próximo año afectan a la Universidad.
Al entregar a cuatro universitarios el Premio Fundación UNAM-Cofepris-Consejo Farmacéutico Mexicano a la Innovación Farmacéutica y Dispositivos para la Salud 2015, acompañado del director del Conacyt, Enrique Cabrero, el rector Graue hizo un reconocimiento a la Federación pues en el Proyecto de Presupuesto del 2017 se respetó el monto solicitado por la UNAM, pero señaló que el Conacyt sufrió un decremento, y lo que le afecta a éste, afecta a la Universidad de manera importante.
Si México quiere competir a nivel internacional, agregó, es necesario que se impulse cada vez más el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Ante el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola; el comisionado federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Julio Sánchez y Tépoz, el rector de la UNAM planteó que en el sector salud, –que representa el 5.3 por ciento del producto interno bruto (PIB)– es necesario fortalecer el desarrollo industrial.
En 2015, añadió, México fue el principal exportador de medicamentos en América Latina, con casi dos mil millones de dólares; casi el 50 por ciento de la producción farmacéutica se exporta a Suiza y Estados Unidos.
“Sí tenemos la calidad y la capacidad de producción y, además, de forma económica. De acuerdo con informes de Pro-México, somos más competitivos que la mayor parte de los países desarrollados; al menos un 14 por ciento más económicos en costos de producción farmacéutica, comparados con los países desarrollados e, indudablemente, con excelente calidad”, explicó el rector.
Además, el área de investigación biomédica del país es de gran trascendencia, pues indicadores bibliométricos señalan que ocupa los primeros sitios en documentos publicados en los últimos años, y es un sector académicamente activo y con un número importante de citas en la literatura internacional.
“Todo está listo para despegar: el marco regulatorio existe, la industria existe y la inteligencia existe”, añadió Graue.
En la ceremonia –efectuada en la Unidad de Seminarios Ignacio Chávez– Julio Sánchez y Tépoz destacó que México enfrenta un cambio demográfico y requiere que se impulse a la investigación y a la academia para generar juntos nuevas alternativas terapéuticas.
Se trabaja, agregó, para que se autoricen más moléculas innovadoras que sean utilizadas en el desarrollo de medicamentos que curen las enfermedades más comunes de los mexicanos.
Los ganadores del premio fueron: Gerardo Leyva Gómez, por su investigación “Evaluación de Sistemas Nanoparticulados Lipídicos como Vectores Potenciales de Neurofármacos”; Víctor García González, por su trabajo “Caracterización funcional de una nueva isoforma de la proteína transferidora de ésteres de colesterol;” mientras que Yuriko Hakata Ortega y Araceli Medina Cervantes fueron galardonadas por el diseño del dispositivo “Superficie Auxiliar de Movilización de Pacientes Geriátricos con Riesgos de UPP”.
En la ceremonia estuvieron también el presidente del Consejo Farmacéutico Mexicano, Alfredo Rimoch, y el presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, Dionisio Meade.
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