Por: Redacción
Los medios de comunicación han revolucionado la forma en que se percibe el mundo: tan sólo en los últimos tres años se ha generado más información en Internet que la escrita en el último siglo, mientras que más de 80 por ciento de los mexicanos prefiere la radio, la televisión o la Red, antes que leer un libro.
En el artículo publicado en la revista El cotidiano número 195 titulado ¿Qué hacer con el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM)? el doctor Javier Esteinou Madrid analiza la responsabilidad del Estado en la creación de un sistema público radiofónico cuya organicidad debe incluir valores culturales, informativos y veraces.
El investigador del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) señala que el actual modelo “gobernista y comercial” debe transformarse por otro de cultura orgánica que sirva como base de conciencia colectiva para refundar los cimientos de la nación.
En 2013 el Ejecutivo reformó el artículo 6° de la Constitución Política Mexicana e introdujo cambios importantes para fortalecer a los medios públicos, sin embargo, en las leyes secundarias no incorporó formas viables para crear medios de comunicación de servicio público.
El SPREM tiene por definición y objetivo construir medios al servicio público, de interés general, con competencia, calidad, pluralidad, cobertura universal, acceso libre y veracidad, al margen de fomentar los valores nacionales, en otras palabras debe transformarse radicalmente el actual sistema radiofónico.
El modelo actual se divide en comunicación-mercado, que opera como herramienta para alcanzar mejores ganancias, y comunicación-poder, que reproduce masivamente la ideología que le permite mantenerse en el poder; en ambos casos terminaron por alejarse del propósito de comprender el mundo para su transformación y así hacer de la cultura un producto decorativo y lujoso que reproduce los intereses neoliberales.
La propuesta del doctor Esteinou Madrid consiste en la acción urgente de construir una escuela de comunicación al servicio público cuyo principal desafío será romper con los actuales esquemas comerciales, partidocráticos, y culturalistas dominantes para crear una cultura radiofónica altamente orgánica.
La misión de un modelo que sirva a los intereses de la gente es crear mapas de conciencia masiva que fomenten la resolución de los grandes problemas nacionales, cuyos contenidos valgan como cimiento para la supervivencia de los grandes grupos étnicos, la preservación de la multiculturalidad, la difusión científica y tecnológica y sobre todo la reapropiación de estos canales.
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